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Posts Tagged ‘visita nocturna’

Este mes de agosto vamos a continuar descubriendo la Zaragoza escondida visitando tres iglesias de una forma muy, muy, muy especial: de noche, nosotros solos y entrando a lugares que normalmente están cerrados. Y no solo eso, sino que todos los sábados por la mañana continuaremos descubriendo «Los secretos de la Seo». ¿Qué os parece el plan? Pues os cuento más:

San Miguel

Miércoles a las 20’45 – SAN MIGUEL DE LOS NAVARROS

Una de las iglesias más ricas en historia y en tesoros artísticos de Zaragoza es San Miguel de los Navarros. Por cierto, ¿sabéis por qué se llama así? ¿Y que su fabuloso retablo mayor lo pagó en parte un Papa? Otra cosa, ¿nunca os habéis preguntado por qué hay una calle de «Zaragoza la vieja»? Si queréis descubrir esto y muchas más cosas, entrar en una minúscula capilla que casi nadie conoce y que está situada justo detrás del retablo mayor (el trasagrario, tan pequeño que apenas caben en él una docena de personas pero completamente recubierto de pinturas), descubrir qué pasa con el demonio que hay sobre la puerta y oír tocar la campana de los perdidos, no os podéis perder la visita que hemos preparado para este mes de agosto.

Cuándo – Miércoles hasta el 10 de septiembre a las 20’45

Dónde – Puerta de la iglesia de San Miguel (plaza de San Miguel)

Precio – 10 € por persona (8 € para jubilados y estudiantes menores de 26 años, 5 € para parados)

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

San Gil

Viernes a las 20’30 – SAN GIL

La iglesia de San Gil, casi escondida si no fuera por su torre, pasa bastante desapercibida cuando uno pasea por el centro de Zaragoza, y sin embargo está llena de tesoros. ¿Os apetece descubrirlos con nosotros? Conoceremos la historia de la cierva de San Gil, descubriremos a los santos ermitaños que hay en su interior, subiremos a la galería que da a la calle Estébanes y a otra mucho menos conocida… ¿A qué estáis esperando para venir a descubrir este lugar lleno de sorpresas?

Cuándo – Viernes hasta el 12 de septiembre, a las 11’30

Dónde – Puerta de la iglesia de San Gil (calle Don Jaime)

Precio –  10 € por persona (8 € para jubilados y estudiantes menores de 26 años, 5 € para parados)

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

Seo

Sábados a las 10’30 – LOS SECRETOS DE LA SEO

La Seo es el edificio medieval más importante de Zaragoza y de Aragón. Es una catedral absolutamente extraordinaria, que además de ser una joya artística está llena de historias que nos hablan de casi 1.000 años de convivencia (unas veces pacífica y otras no, que de todo hubo) entre judíos, moros y cristianos; de asesinatos en mitad de la noche; de milagros increíbles y reliquias extraordinarias… en fin, un lugar excepcional, algunos de cuyos secretos os contaremos en la visita.

Cuándo – Todos los sábados de julio y agosto a las 10’30

Dónde – Plaza de la Seo, delante de la puerta

Precio – 10 €  por persona (mayores de 65 años 8 €; parados 5 €)

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

cartuja

Sábados a las 21’00 – LA CARTUJA BAJA, Tras la sombra de los cartujos. VISITA TEATRALIZADA NOCTURNA

¿Conocéis el barrio de la Cartuja Baja? Pues os estáis perdiendo una de las sorpresas más increíbles de Zaragoza, así que os proponemos recorrerlo con nosotros los sábados de agosto al anochecer el fantasma de lo que fue la Cartuja de la Concepción, cuando todavía es posible oír el eco de los rezos de los antiguos cartujos que vivieron aquí durante siglos. ¿Qué tiene de especial este lugar? Pues todo. Imaginaos que llegáis a vivir, con mucha más gente, a un monasterio abandonado que hay que adaptar para la vida cotidiana. Aquel conjunto dio lugar a un barrio único, pues las galerías de los antiguos claustros se fueron convirtiendo en unas calles muy especiales (con arcos, los arranques de las bóvedas…), el claustro grande, en el que se enterraban los cartujos, es hoy un parque en el que juegan los niños, pequeñas puertas medio escondidas dan paso a un claustro donde el tiempo se ha detenido… en fin, una sorpresa detrás de otra. Y este año, una más, porque podremos visitar, de noche, la maravillosa iglesia recién restaurada, que es el corazón de todo este magnífico conjunto.

Cuándo – Sábados hasta el 21 de agosto a las 21’00

Dónde – Portería de la Cartuja Baja (si queréis venir con nosotros en el bus, quedamos en la parada del 25 en el Paseo de la Constitución, número 16, a las 20’30)

Precio – 12 € por persona (10 € para jubilados y estudiantes menores de 26 años, 6 € para parados).

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

Más información – Entrando aquí

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En las afueras de Zaragoza, al final de la avenida de Miguel Servet, hay un palacio de cuento cargado de leyenda y con una hermosa historia de amor detrás. Un naviero vasco afincado en Liverpool se casó con una chica de Albalate del Arzobispo y le regaló una fantástica casa en Zaragoza. Es verdad que el Palacio Larrinaga no es un palacio ni un castillo, como muchos lo llaman, pero viéndolo cualquiera diría que sí.

Teatralizada Larrinaga 3

Para algunas noches de este mes de febrero tenemos una propuesta muy, muy especial. Ibercaja, su propietaria, ha decidido abrir el palacio por la noche para una visita teatralizada en la que vamos a viajar en el tiempo hasta 1910, año arriba o año abajo, para encontrarnos con algunos personajes de aquella Zaragoza: las hermanas Victoria Eugenia y María de las Mercedes, dos señoritas de buenísima familia y locas de atar; una criada de los Larrinaga, harta de tener la casa siempre a punto para que no venga nadie; Asunción Clavero, la señora de la casa…

Teatralizada Larrinaga 1

¿Queréis conocerlas? Pues no os lo podéis perder.

Cuándo – 8 y 15 de febrero a las 18’30

Dónde – Palacio Larrinaga (Avda. de Miguel Servet, 123)

Precio – 15 € por persona (13 € jubilados y estudiantes menores de 26 años; 10 € parados)

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

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¡¡¡Hola a todos!!!

El fin de semana del 14-15 de junio vuelve el Mercado medieval a las calles de Zaragoza. Vamos a viajar en el tiempo a aquellos siglos de la historia de nuestra ciudad, y para celebrarlo tenemos unas cuantas propuestas para descubrir con vosotros tres de los principales monumentos medievales de nuestra ciudad, y algunos del resto de Aragón:
capilla
VISITA TEATRALIZADA NOCTURNA AL PALACIO ARZOBISPAL – Una noche en las casas del obispo
Uno de los espacios más desconocidos de la Zaragoza medieval es el palacio de los arzobispos de Zaragoza. Con el paso de los siglos se habían ido construyendo tabiques, falsos techos… y casi se perdió la memoria de aquellas estancias, pensando que habían desaparecido, pero… ¡¡¡estaban allí!!! Cuando empezó a restaurarse el edificio las sorpresas vinieron una detrás de la otra, y hoy tenemos un lugar absolutamente increíble y fascinante por descubrir: restos de la basílica romana, un enorme torreón de época de Alfonso I el Batallador, una bellísima capilla gótica y muchas cosas más.
Por si esto fuera poco hemos preparado una visita muy particular. No sólo tendrá lugar de noche, sino que en ella nos vamos a encontrar con personajes de otras épocas que nos contarán montones de historias: el escudero de uno de los caballeros que acompañaron a Alfonso el Batallador en la conquista de Zaragoza, el fantasma de un fraile que lo sabe todo, un mercader recién llegado de Caspe con noticias frescas del Compromiso… ¿Te lo vas a perder?
Cuándo – Viernes 13 y sábado 14 de junio a las 21’30
Dónde – Taquillas del Museo diocesano de Zaragoza
Precio especial Mercado medieval – 10 € por persona (9 € para estudiantes menores de 26 años y jubilados; 6 € para parados)
Reservas – Llamando al 976207363 o pinchando aquí 
Seo
LOS SECRETOS DE LA SEO
La Seo es el edificio medieval más importante de Zaragoza y de Aragón. Es una catedral absolutamente extraordinaria, que además de ser una joya artística está llena de historias que nos hablan de casi 1.000 años de convivencia (unas veces pacífica y otras no, que de todo hubo) entre judíos, moros y cristianos; de asesinatos en mitad de la noche; de milagros increíbles y reliquias extraordinarias… en fin, un lugar excepcional, algunos de cuyos secretos os contaremos en la visita que haremos SÓLO ESTE SÁBADO.
Cuándo – Sábado 14 de junio a las 10’30
Dónde – Puerta principal de la Seo
Precio especial Mercado medieval – 5 € por persona (precio normal, 8 €) + 4 € por la entrada (jubilados mayores de 65 años, 3 €; parados, gratis)
Reservas – Llamando al 976207363 o pinchando aquí
Aljafería
HISTORIAS DE AMOR EN LA ALJAFERÍA La Aljafería es, junto con la Seo, el edificio medieval más importante de nuestra ciudad. Es un palacio encantado y encantador lleno de historias y leyendas, y en sus mil años de historia sus muros han sido testigos de todo tipo de romances, unos reales y otros imaginados, unos más apasionadas y otros menos, algunos con final feliz y otros de lo más desgraciados. Don Quijote, Gaiferos, Melisendra, Felipe de Gali, Manrique, Leonor… son algunos de sus protagonistas. ¿Quieres conocerlos mejor? ¿Sabías, p.ej., que “El retablo de Maese Pedro” de Manuel de Falla parte de una historia del Quijote, que a su vez parte de antiguos romances medievales? ¿Y que esos romances cuenta la desdichada historia de Melisendra, hija del emperador Carlomagno y presa de los sarracenos en la Aljafería? ¿Y que su amado Gaiferos estaba tan pancho en Francia, pensando tranquilamente en rescatarla un día de estos, mientras ella lloraba encerrada en una torre del palacio? Pues si queréis descubrir ésta y muchas más historias no os podéis perder nuestra visita.
Cuándo – Domingo 15 de junio a las 11’30
Dónde – Junto a las taquillas de la Aljafería
Precio especial Mercado medieval – 5 € por persona (precio normal, 8 €)
Reservas – Llamando al 976207363 o pinchando aquí 
dibujos Aljafería
DESCUBRE ZARAGOZA EN FAMILIA (ACTIVIDAD PARA ADULTOS CON NIÑOS) – Las 1.001 noches en la Aljafería
Hay en Zaragoza un lugar en el que las leyendas se hacen realidad. En los patios de la Aljafería se oye el rumor de los cuentos que tanto les gustan a los árabes, y en sus rincones hay historias de trovadores, princesas, brujas… Para conocerlas sólo tenéis que ayudarnos a frotar la lámpara maravillosa, y poco a poco irán saliendo de su interior.
Cuándo – Domingo 15 de junio a las 11’30
Dónde – Junto a las taquillas de la Aljafería
Precio especial Mercado medieval – 4 € por persona (precio normal, 7 €)
Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí
Torralba
Y además… NOS VAMOS DE EXCURSIÓN, a descubrir algunos de los más increíbles monumentos medievales de Aragón. Tenemos dos propuestas para vosotros:
SÁBADO 14 – LAS IGLESIAS MUDÉJARES DEL VALLE DEL RIBOTA (Aniñón, Torralba de Ribota y Cervera de la Cañada)
El Ribota un pequeño río que desemboca en el Jalón al lado de Calatayud. Hay allí tres pequeños pueblos que tienen tres iglesias maravillosas. Perdón, MARAVILLOSAS. Yo aún diría más: ¡¡¡MA-RA-VI-LLO-SAS!!! Son tres iglesias mudéjares únicas, que no se parecen a ninguna otra: la Virgen del Castillo en Aniñón, Santa Tecla en Cervera de la Cañada (declarada por la Unesco Patrimonio de la Humanidad) y San Félix en Torralba de Ribota. ¿Os venís con nosotros a descubrirlas?
Cuándo – A las 9’00
Dónde – Fachada trasera del Pilar (Paseo de Echegaray)
Precio – 45 € (incluye bus, guía, comida y entradas)
Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí Tarazona
DOMINGO 15 – TARAZONA Y EL MONASTERIO DE VERUELA

Hoy nos vamos a descubrir una de las ciudades más monumentales de Aragón, Tarazona, y un monasterio maravilloso situado a la falda del Moncayo, a la Veruela del monte. Visitaremos la extraordinaria catedral, recién restaurada, pero también descubriremos los secretos de la maravillosa fachada del Ayuntamiento o del increíble palacio episcopal. ¿Os lo vais a perder?

Cuándo – A las 9’00

Dónde – Fachada trasera del Pilar (Paseo de Echegaray)

Precio – 45 € (incluye bus, guía, comida y entradas)

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

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¿Sois de los que creen que un cementerio es un lugar deprimente? ¿O más bien pensáis que son una inyección de vitalidad? Yo estoy cada vez más de acuerdo con la segunda opción, y voy a intentar demostrarlo. Eso sí, hay que reconocer que es cierto que todo en un cementerio nos recuerda que el tiempo pasa, que nada es para siempre y que todo se convertirá «en tierra, en polvo, en humo, en sombra, en nada«, como dijo Góngora. Las tumbas abandonadas, las cruces rotas, las lápidas en las que el musgo oculta el nombre de los que están enterrados allí… Y sin embargo, al menos en teoría, en un cementerio el tiempo se ha congelado a la espera del día del Juicio Final, ese día en que el ángel del panteón de la familia Repullés de la Lata, en el cementerio de Torrero, acabará de bajar la escalera para anunciar que ha llegado la hora de abandonar las tumbas.

Las trompetas convocarán a los muertos, que levantarán la tapa del sepulcro para acudir al Juicio Final en el Valle de Josafat, como en estas pinturas de la pequeña ermita de San Miguel, situada en mitad del minúsculo cementerio de Barluenga, cerca de Huesca.

Pero mientras llega el «Día de la ira», si es que tiene que llegar, lo cierto es que cada lápida, cada esquela, cada flor que vemos nos cuentan historias que no nos dejan olvidar que la muerte viene en un abrir y cerrar de ojos, «In ictu oculi«, como pintó Valdés Leal en este terrible cuadro del Hospital de la Caridad de Sevilla. En él un indiferente esqueleto apaga con sus dedos descarnados la llama de una vela en un segundo, mientras con la otra mano sujeta la guadaña con la que segará nuestra vida y el ataúd que nos está destinado.

Igual de terrible es este bodegón de Antonio de Pereda que se conserva en el Museo de Zaragoza, y al que le cuadra perfectamente el título de «Naturaleza muerta» que se suele dar a este tipo de pinturas. Tres calaveras nos recuerdan esa frase que aparece en muchas tumbas: «Como te ves, yo me vi. Como me ves, te verás«. Y por si no quedara suficientemente claro, junto a ellas hay un reloj con la llave para darle cuerda. Tic, tac, tic, tac, tic, tac…

Tic, tac, tic, tac, tic, tac… Siempre el reloj para recordarnos que el tiempo nunca se detiene y cada vez nos queda menos, menos, menos, menos, menos… Como ese esqueleto que sale bajo la tumba de Alejandro VII mostrándonos un reloj de arena que lleva en la mano, para recordarnos que nuestro turno también está cerca y que ninguno tenemos ni idea de cuántos granos nos quedan.

O como ese otro que ve Don Juan Tenorio en los últimos instantes de su vida, en el diálogo alucinante que mantiene con la estatua del comendador, Don Gonzalo de Ulloa, a la que él mismo había invitado a cenar (mostrando muy poco respeto por los muertos):

Don Juan ¿Y ese reloj?

Estatua                                Es la medida

                         de tu tiempo.

Don Juan                            ¡Expira ya!

Estatua       Sí, en cada grano se va

                          un instante de tu vida.

Don Juan   ¿Y esos me quedan no más?

Estatua       Sí.

Don Juan          ¡Injusto Dios! Tu poder

                          me haces ahora conocer,

                          cuando tiempo no me das

                          de arrepentirme.

Estatua                                             Don Juan,

                          un punto de contrición

                          da a un alma la salvación,

                          y ese punto aún te lo dan.

Don Juan cogió al vuelo la oportunidad que se le brindó en el último momento, y gracias al amor de Doña Inés se arrepintió de todas las barrabasadas que había hecho justo en el momento en que caía el último grano en el reloj de su vida. Pero como todos tenemos el nuestro, os voy a hablar de otro reloj de arena que, lamentablemente, no os puedo enseñar porque hace tiempo que desapareció. Estaba en el cementerio de Torrero, al pie de esta impresionante escultura:

Estamos en 1907 y Enrique Clarasó, uno de los mejores escultores funerarios que ha habido en España, nos dejó aquí una obra magnífica hecha para la familia Gómez y Sancho (propietaria de un almacén de tejidos que estaba en la calle Manifestación y que cerró hace no mucho): El Tiempo pasa las hojas del libro de la vida.  Un anciano calvo y de larga barba, que mira no sabemos dónde, tiene entre sobre sus rodillas un gran libro cuyas hojas va pasando sin mirarlas siquiera…

Eso sí, las hojas del libro de la vida no se pasan y ya está. ¿Acaso es posible releerlo? No, porque cada minuto que vivimos pasa para siempre, no hay vuelta atrás, y por eso cada hoja que pasa la arruga entre sus manos y la arranca (la haya leído o no), arrojándola al suelo. ¿Queréis ver una de ellas? Pues aquí la tenéis. «Breves son las horas de los hombres«, dice, una cita del libro de Job que nos sigue recordando que el tiempo pasa inexorablemente.

Clarasó se inspiró para esta espectacular escultura en otra no menos impresionante, que casualmente también se hizo para una tumba: el «Moisés«, hecho por Miguel Angel para la del Papa Julio II a principios del siglo XVI. El mismo anciano de largas barbas, la misma torsión del cuerpo, la misma mirada dirigida al infinito… pero contemplando algo distinto. En el caso de Moisés, seguramente el terrible poder de Yahvé después de entregarle las tablas de la ley en el Sinaí, o quizá a los israelitas adorando el becerro de oro; en el caso del Tiempo, quizá esté contemplando la eternidad y le baje un escalofrío por la columna vertebral al darse cuenta de lo que eso significa. Siempre, siempre, siempre, siempre, siempre… sin la consoladora posibilidad de un final.

El Moisés es pura tensión y movimiento, aunque debido a su colocación en la tumba solo podemos verlo de frente y en parte desde los lados. En cambio la escultura de Clarasó está colocada en el centro, de forma que podemos girar alrededor de ella y cada punto de vista nos cuenta nuevas cosas.

¿Cuántas hojas quedan en nuestro libro? ¿Cuántos granos quedaban en el reloj de arena que estaba a los pies de la escultura? No lo sabemos, nadie lo sabe, y por eso cada una de las tumbas que vemos en un cementerio nos está gritando que aprovechemos el tiempo que nos quede, sea mucho o poco, y que disfrutemos de ese inmenso regalo que es la Vida, con mayúsculas. Y por eso los cementerios son una enorme inyección de optimismo, porque uno sale de ellos sintiéndose mucho más vivo que cuando entró y deseando exprimir al máximo las posibilidades de cada segundo. Lo único malo es lo pronto que se nos olvida. ¿O no?

Y si queréis pasar UN OTOÑO DE MUERTE con nosotros, recorriendo el cementerio y muchos otros rincones desconocidos de nuestra ciudad, disfrutando con los versos del Tenorio y descubriendo las historias de los zaragozanos «del otro lado», tenemos un montón de propuestas para vosotros. Entrad aquí y las encontraréis, o si lo preferís llamadnos al 976207363 y os las contaremos.

Y si queréis leer otros post de nuestro blog dedicados a este tema, aquí os dejo unos cuantos:

Drácula, Don Juan, el Amor y la Muerte

El triunfo de la Muerte… y los nuestros

La Belleza y la Muerte

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Noviembre es una noche muy particular. En ningún otro momento del año el mundo de los vivos y el de los muertos están tan cerca, tanto que casi se tocan y se puede pasar de uno a otro, como en aquellos versos de Espronceda:

Era más de media noche

(antiguas historias cuentan),

cuando, en sueño y en silencio

lóbrego envuelta la Tierra,

los vivos muertos parecen,

los muertos la tumba dejan…

«Los muertos la tumba dejan…». Inquietante, ¿no? ¿Se os ocurre un plan mejor que pasear entre tumbas, con un farol de luz temblorosa en la mano? ¿Sabéis que estas noches algunas de las esculturas del cementerio de Torrero vuelven a la vida, y que hay quien dice que han dicho que dicen que han visto fantasmas paseándose por allí?

¿Queréis acompañarnos a descubrirlo? Pues no tengáis miedo, porque nada es tan dramático como parece, y venid a disfrutar todos juntos de una noche mágica en un lugar muy, pero que muy especial. Historia, arte, leyendas, tradiciones, música, versos… ¿Os apetece el plan?

  • Cuándo – 31 de octubre, 1, 2 y 8 de noviembre a las 20’30; 31 de octubre y 1 de noviembre también a las 20’45; 15 y 22 de noviembre a las 18’00.
  • Dónde – Puerta antigua del Cementerio de Torrero (junto al Tercer cinturón)
  • Precio – 15 € (13 € estudiantes menores de 26 años y jubilados; 10 € parados)
  • Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

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¿Habéis oído hablar de la NOCHE EN BLANCO? Se celebra una vez al año en distintos lugares del mundo, y consiste en una cosa muy sencilla: pasar la noche disfrutando de la ciudad y con todo tipo de actividades culturales. Este 28 de junio será la cuarta Noche en Blanco en Zaragoza, y habrá montones de propuestas. Los años anteriores fue un éxito, porque al margen de lo que hubiera programado lo impresionante es que la gente invadió la calle por una noche. Para estar, pasear, encontrarse con otra gente, disfrutar del ambientazo, entrar a algún museo a horas poco habituales, oír un concierto en lugares donde no suele haber música… en fin, de todo. Así que pasad la voz a todos vuestros contactos, y estos a los suyos, y estos a los suyos… y esa noche no os quedéis ninguno en casa. TODOS A DISFRUTAR DE LA CALLE EL 28 DE JUNIO POR LA NOCHE.

blanco

¿Qué hemos preparado? Pues unas cuantas cosas de lo más variadas: rutas por la calle y visitas en interiores, una cena al aire libre en un entorno maravilloso, una visita teatralizada, actividades para familias con niños… de todo, y a precios súper especiales. Si queréis más información o reservar llamadnos al 976207363 o seguid los enlaces:

  • Cena en el patio del palacio arzobispal: «Una de romaños». 22’00. Para saber más entrad aquí, y para reservar aquí.
  • Visitas teatralizadas
    • Una noche en las casas el obispo (Palacio arzobispal). 20’00. NO QUEDAN PLAZAS LIBRES
    • 2.000 años de historias. 20’00 y 22’30. Para saber más o reservar entrad aquí.
    • Los Sitios: ¡A vencer o morir!. 20’00 y 22’30. Para saber más o reservar entrad aquí.
  • Rutas en la ciudad
    • Un safari a la fresca. 20’00 y 22’30. Para saber más o reservar entrad aquí.
    • Zaragoza oscura y legendaria. 20’00 y 22’30. NO QUEDAN PLAZAS LIBRES
    • Crónica negra de Zaragoza. 20’00 y 22’30. Para saber más o reservar entrad aquí.
    • Rutas de pecado
      • Una historia de la lujuria en Zaragoza. 20’00 y 22’30. Para saber más entrad aquí, y para reservar aquí.
      • Una historia de la envidia en Zaragoza. 22’30. Para saber más entrad aquí.
  • Visita nocturna al cementerio. 20’00 y 22’30. NO QUEDAN PLAZAS LIBRES
  • Planes para pasar una Noche en Blanco con niños. 20’00. Un safari en la ciudad.NO QUEDAN PLAZAS LIBRES

cena

Esto es lo que hemos preparado para esta Noche en blanco. ¿Cómo lo veis? Si queréis más información, ya sabéis: llamadnos al 976207363. Y si queréis estar al día de todas las novedades podéis entrar en http://www.facebook.com/gozARTE y pinchar en «me gusta», o enviarnos un correo a educacion@gozarte.net para recibir nuestros boletines informativos.

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Uno de nuestros clásicos es una visita teatralizada que nos ha dado muchísimas alegrías y que se titula «Bajo la luna mudéjar». ¿De qué va? Pues abrochaos los cinturones, porque vamos a viajar hasta la ciudad de principios del siglo XVI, pero… ¡¡¡de noche!!! Misterios, asesinatos, milagros, persecuciones, enigmas, leyendas… De noche la ciudad se convierte en un laberinto oscuro y peligros0 en el que cualquier cosa puede ocurrir. ¿Os atrevéis a recorrerla a la luz de un farol?

Son las 22’00. Ya es de noche en Zaragoza, y al pie de la torre de la Seo nos espera un guía muy especial. En la mano lleva un farol para despejar las tinieblas de la noche, y junto a él hay un baúl del que irán saliendo todo tipo de sorpresas a lo largo de nuestro recorrido. ¿Habéis oído alguna vez la llamada a la oración desde el minarete de una mezquita? ¿Habéis tenido en las manos un Corán, o un antiguo libro de los Salmos? Hoy viviréis todas esas y muchas otras experiencias.

Estamos hacia 1550, año arriba o año abajo. Son «tiempos recios«, como hubiera dicho Isabel la Católica. Después de la conquista de Granada, en 1492, se acabó aquella convivencia (más o menos pacífica) entre judíos, moros y cristianos de la Edad Media. Primero vino la expulsión de los judíos, luego la de los musulmanes… «Os marcháis u os bautizáis«, aunque muchos de los que se quedaron y se hicieron cristianos siguieron practicando su religión en secreto. ¿Qué fue de ellos? Hoy vamos a conocer algunas de sus historias. ¿Sabíais que el ciego Salvador sigue recorriendo la vieja Çaragoça con sus retablo de las maravillas, contando historias increíbles? ¿O que por las callejas oscuras de detrás del Arco del Deán ronda un morisco perseguido por la Inquisición? Si venís conoceréis sus vidas, que a veces hacen reír, a veces llorar y siempre emocionarse, porque son personas como nosotros, con nuestros sentimientos, nuestros problemas…

Nos moveremos alrededor de la Seo, por el barrio de la Magdalena y por la antigua judería, por calles de nombres tan evocadores como la de la Pabostría, la del órgano o la de las cortesías. Por ellas nos iremos encontrando con sus antiguos habitantes y es probable que junto a la torre mudéjar de la Magdalena, espectacular bajo la luna, nos encontremos con una judía que sigue celebrando el sabbath a escondidas.

¿Queréis vivir Zaragoza de una forma completamente distinta? Pues no os podéis perder esta propuesta tan especial. Si sois un grupo, podéis poneros en contacto con nosotros llamándonos al 976207363 o escribiéndonos a educacion@gozarte.net, y si vais por libre podéis enteraros de cuando la volvemos a programar siguiéndonos en http://www.facebook.com/gozARTE, o enviándonos vuestro e-mail a educacion@gozarte.net si queréis recibir nuestro boletín.

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Va a hacer 450 años que se pintó uno de mis cuadros preferidos: «El triunfo de la Muerte«, de Pieter Brueghel el Viejo. No me preguntéis por qué ya me quedaba embelesado delante cuando mis padres me llevaban al Museo del Prado hace muchos, muchos años, porque no lo sé. Lo que sí recuerdo es lo que pensaba siempre: «por favor, por favor, por favor… si me tengo que morir que sea después de Semana Santa» (después de pasarla en Híjar, claro, tocando el tambor con mi gente).

«Cuando tú llegas airada / todo lo pasas de claro / con tu flecha», decía Jorge Manrique

Me sigue fascinando este cuadro. Su sentido está muy claro: la muerte siempre vence. ¿Siempre? Eso ya lo veremos, porque nosotros también tenemos nuestros pequeños (y no tan pequeños) triunfos sobre ella, pero lo que está claro es que viendo este cuadro no da esa impresión. Vamos a detenernos en alguno de sus detalles, pero como somos gente educada vamos a empezar por la protagonista, la propia Muerte, cabalgando sobre un caballo rojizo y dirigiendo a sus huestes.

La Muerte, cabalgando sobre su escuálido caballo y con la guadaña en la mano

Todos tenemos que morir, esto es una verdad indiscutible, pero ¿siempre ha sido así? Pues no, porque hubo un tiempo en que fuimos inmortales,o al menos eso cuenta la tradición cristiana, para la que la Muerte es una consecuencia del hecho de que Eva cogiera la manzana del árbol del Bien y del Mal y ella y Adán fueran expulsados del Paraíso. A partir de entonces los hombres no sólo estuvimos condenados a trabajar, sino también a morir. En cualquier caso, lo que siempre se ha considerado una condena, bien mirado, ¿no fue una liberación? Luego volvemos sobre eso, pero antes viene la primera victoria sobre la Muerte. ¿Os imagináis cuál es? Pues la resurrección de Cristo, claro. Y como según el Cristianismo Dios nos hizo a su imagen y semejanza… la consecuencia directa es que también resucitaremos.

La sangre de Cristo escurrió desde la cruz hasta el cráneo de Adán, limpiándolo así del pecado original y abriéndonos otra vez las puertas de la Eternidad, aunque sin liberarnos del trago de la Muerte

Sonarán las trompetas que nos convocarán al Juicio Final en el valle de Josafat, los muertos dejarán la fosa y San Miguel pesará las almas para decidir quién se salva y quién no. Como dicen los curas, igual que hemos compartido la muerte de Cristo compartiremos su resurrección.

El día del Juicio los muertos saldrán de sus fosas, desnudos pero de peluquería (como puede verse), que la ocasión no es para menos

No conozco ninguna representación más impactante del triunfo de Cristo sobre la Muerte que «La Canina«, el paso más singular de la Semana Santa de Sevilla. «La muerte venció a la propia Muerte«, dice una inscripción que lleva. Es decir, que la muerte de Cristo venció a la Muerte, y por eso todos podemos tener la esperanza de resucitar como él. Si queréis verla en la calle, el Sábado Santo por la tarde durante la procesión del Santo Entierro, pinchad aquí.

Canina se ha quedado la pobre de no comer, claro

La victoria de Cristo sobre la Muerte nos abre las puertas de la Eternidad, pero ¿conocéis algún concepto más terrible? ¿Os imagináis algo que no se acabe nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca, nunca…? Me da a mí que no hay Paraíso tan maravilloso que no llegue a aburrir. Saber que algo estará ahí siempre, siempre, siempre, siempre, siempre… ¿no le quita valor e interés? La vida se disfruta y se exprime más cuanto más presente tengamos que podemos perderla, que no es eterna y que antes o después moriremos.

«Si un día para mi mal / viene a buscarme la Parca», que diría Serrat

¿Cómo se ha representado a la Muerte a lo largo del tiempo? Los antiguos imaginaron a las Parcas, las tres hermanas que controlaban el hilo de cada vida: Cloto lo hilaba, Láquesis lo medía y Atropos lo cortaba. Esos nombres les dieron los griegos, pero a mí me gustan más los que les pusieron los romanos: Nona, Décima y Morta. Aquí las tenéis en acción en «Hércules«, la película de Disney.

Así de simple: un tijeretazo y ya está. Un segundo, un abrir y cerrar de ojos, o sea, «In ictu oculi«. Eso es lo que pintó Valdés Leal en sus inolvidables cuadros del Hospital de la Caridad de Sevilla. ¿Cuánto le cuesta a la muerte acabar con una vida? Lo mismo que apagar una vela, un parpadeo, no más.

«Como se pasa la vida / como se viene la muerte / tan callando». Jorge Manrique dixit

¿Desde cuándo se representa a la Muerte como un esqueleto? Pues desde el siglo XIII, más o menos, y sobre todo desde el XIV. Eran «tiempos recios«, la peste acechaba, las guerras eran algo habitual y los cuatro jinetes del Apocalipsis campaban a sus anchas por Europa. La Muerte te podía sacar a bailar en cualquier momento…

Bailando con la Muerte

Así lo contaban las «Danzas de la Muerte», donde ésta bailaba con el Papa y con el mendigo, con el caballero y con el emperador, con el joven, el niño y el anciano…

«Nuestras vidas son los ríos / que van a dar en la mar / que es el morir. / Allá van los señoríos / derechos a se acabar / e consumir. / Allá los ríos caudales / allá los otros medianos / e más chicos. / E llegados son iguales / los que viven de sus manos / e los ricos». Otra vez Jorge Manrique

Brueguel representa a la muerte montada en su caballo, con su guadaña y con su inmenso ejército de esqueletos. La imagen viene de los cuatro jinetes que ya aparecen en el Apocalipsis, donde se describe a la Muerte montada en un caballo bayo (de color pálido), como la imaginó Durero.

Los cuatro jinetes sembrando la destrucción

La Muerte, montada en el caballo que está más cerca de nosotros, atropella a todos los que se ponen por delante. ¿Hay algo que os choque? Pues probablemente sí, porque siempre la asociamos con una mujer pero aquí es un hombre. Y es lo habitual en aquella época, aunque poco a poco se fue representando como un personaje femenino (no siempre, en cualquier caso). De más o menos un par de siglos después, del XVII, es ésta otra imagen:

La tumba de Alejandro VII, en San Pedro

Bernini hizo esta tumba monumental, espectacular, para el Papa Alejandro VII. A lo mejor en esta fotografía no apreciáis el detalle, pero un esqueleto con un reloj de arena en la mano levanta esa pesada tela y sale de abajo, parece que de la mismísima cripta (a la que se accede por esa puerta de madera) para llevarse al Papa con él, como en las «Danzas de la muerte» medievales, de dos o tres siglos antes.

Tic, tac, tic, tac…

También como un esqueleto aparece en esta tumba del cementerio de los vampiros de Celakovice, susurrándole algo al oído a esta joven, probablemente que se vaya apurando, que esto se ha acabado y ha llegado su hora.

¿Vienes conmigo?

En cualquier caso, nadie cuenta ese momento como Jorge Manrique en sus coplas. Don Rodrigo, su padre, está a punto de morir, y en ese momento entra la Muerte en la habitación y habla con él con toda naturalidad: «En la su villa de Ocaña / vino la muerte a llamar / a su puerta«.

No se os haga tan amarga

la batalla temerosa

que esperáis,

pues otra vida más larga

de la fama glorïosa

aquí dejáis.

Y aunque esta vida tercera

tampoco no es eternal,

ni verdadera,

aún con todo es muy mejor

que la otra temporal,

perecedera.

No se podía resumir mejor lo que la gente de aquel tiempo pensaba. Esta vida terrenal que tanto disfrutamos y a la que nos agarramos como a un clavo ardiendo, vale poco. La buena es la vida eterna, la del Más Allá, junto a Dios, pero mientras tanto, y como ninguno nos resignamos a desaparecer completamente de la faz de la Tierra… queda un premio de consolación: la Fama. Que se acuerden de uno, y a ser posible para bien. Pura vanidad, si nos vamos a poner puntillosos, pero no está mal, ¿no? No deja de ser otra victoria sobre la Muerte, pues de alguna manera, y aunque sea algo también temporal, la Fama consigue vencerla durante un tiempo.

«Finis gloriae mundi», o sea, «El fin de las glorias del mundo»

Y sin embargo, también la Fama pasa y las vanidades del mundo acaban convertidas «En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada«, como decía Góngora. Mientras lo de la resurrección de los muertos no pase de ser una hipótesis, solo tenemos la certeza de una cosa que realmente puede vencer a la muerte. ¿Sabéis cuál es? De eso hablaremos el próximo día, pero os daré una pista que nos dejó Quevedo: «cenizas son, más tendrán sentido; / polvo serán, más polvo enamorado«. Así que el próximo día… hablaremos del Amor.

Y si queréis pasar UN OTOÑO DE MUERTE con nosotros, recorriendo el cementerio y muchos otros rincones desconocidos de nuestra ciudad, disfrutando con los versos del Tenorio y descubriendo las historias de los zaragozanos «del otro lado», tenemos un montón de propuestas para vosotros. Entrad aquí y las encontraréis, o si lo preferís llamadnos al 976207363 y os las contaremos.

Y si queréis descubrir otros posts de nuestro blog relacionados con este tema, aquí os dejo algunos:

 La Belleza y la Muerte

 El Tiempo y la Muerte

Drácula, Don Juan, el Amor y la Muerte

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Empezamos una serie de entradas en nuestro blog dedicadas a nuestras canciones-poemas-pinturas-películas favoritas, siempre y cuando estén relacionadas de una manera u otra con la muerte. No para deprimirnos ni amargarnos, que eso no nos va, sino para pasarnos este mes de noviembre que se nos avecina celebrando que estamos vivos. Y estaréis de acuerdo conmigo en que esa sí que es una buena noticia. Eso sí, no sabemos cuánto nos va a durar este regalo maravilloso que es la vida, así que… ¡¡¡aprovechemos el tiempo!!! Nada es eterno, como ya nos advertían Los Chichos, esos clásicos contemporáneos: «Porque tú te ves bonita tú te pones orgullosa / ni más ni menos, ni más ni menos / más bonitas son las rosas, llega el tiempo y las marchita«.

O sea: «No te va a servir de nada ser guapa, hija mía, que en cien años todos calvos. Tú dedícate a ser decente, que eso sí que es un fondo de pensiones. Ahorra en virtud, que luego te reirás cuando veas a las rubias explosivas cociéndose a fuego lento en el caldero de Pedro Botero«. Y eso sin contar con que los guapos y las guapas envejecen fatal, algo que se ha sabido toda la vida. En fin, que ya lo decía Jorge Manrique en las «Coplas a la muerte de su padre»:

Decidme: la hermosura,

la gentil frescura y tez

de la cara,

el color y la blancura,

cuando viene la vejez

¿cuál se para?

Las mañas y ligereza

y la fuerza corporal

de juventud,

todo se torna graveza

cuando llega el arrabal

de senectud.

¿Y no es lo mismo que todos hemos pensado cuando nos encontramos con los y las guaperas que iban a nuestra clase? «Madreeeeeeee, pero qué aviejao está«. Verdad universal que se cumple en el 95% de los casos y que es un estupendo consuelo para los que nos hemos ido convirtiendo en maduritos interesantes y resultones. Pero volvamos a lo nuestro, porque aunque Jorge Manrique parezca un poco agonías hay que ponerse en su lugar. Se muere su padre, don Rodrigo, y con todo el sofocón el hombre escribe sus (maravillosas, inolvidables) cuarenta coplas dedicadas a él. En esas circunstancias cualquiera pensaría que nada vale la pena, que todo pasa y todo queda pero lo nuestro es pasar, y todo eso. Luego se te pasa el disgusto y ves las cosas de otra manera, pero de momento… es normal.

Ilustración de la primera página de las «Coplas por la muerte de su padre»

¿Qué os parecen las  ilustraciones que acompañaban a las «Coplas»? Como para subir la moral, ¿no? La muerte, que carga con un ataúd que a lo mejor es el de don Rodrigo Manrique, lleva su guadaña en la mano y pasa por encima de todo. ¿Os habéis fijado en las calaveras que hay en el suelo y que ella pisotea sin problemas? Una de ellas es la de un rey (o una reina), porque la muerte, cuando llega la hora, baila con todos, desde el Papa hasta el mendigo. «Cuando tú llegas airada / todo lo pasas de claro / con tu flecha«, dice otra de las coplas. Todo. Ricos y pobres, guapos y feos, jóvenes y viejos. Rodrigo Manrique era un hombre muy mayor para la época, pues vivió hasta los 70 años, pero ese mismo año de 1476, unos meses antes, había muerto en Florencia una bellísima muchacha que sólo tenía 23.

¿Quién le iba a decir a la pobre Simonetta, que sirvió de modelo a Botticelli para su Venus, que moriría con 23 añicos?

Sólo un año antes de morir la bella Simonetta Vespucci había sido elegida «Reina de la belleza». Florencia entera estaba enamorada de ella, desde el mismísimo Lorenzo el Magnífico hasta Botticelli, el pintor que la inmortalizó para la eternidad en «El nacimiento de Venus» y que cuando murió pidió que le enterrasen a sus pies. Eso sí, de nada le sirvió aquella noche del 26 de abril cuando llegó la Muerte (en forma de tuberculosis) y se la llevó por delante. Seguro que cuando unos pocos años después Garcilaso de la Vega escribió este soneto, dedicado a la hermosa Isabel Freyre, estaba pensando en alguna historia parecida a la de «la bella Simonetta«:

En tanto que de rosa y azucena

se muestra la color en vuestro gesto,

y que vuestro mirar ardiente, honesto,

enciende el corazón y lo refrena;

y en tanto que el cabello que en la vena

del oro se escogió, con vuelo presto,

por el hermoso cuello blanco, enhiesto,

el viento mueve, esparce y desordena;

coged de vuestra alegre primavera

el dulce fruto, antes que el tiempo airado

cubra de nieve la hermosa cumbre.

Marchitará la rosa el viento helado,

todo lo mudará la edad ligera

por no hacer mudanza en su costumbre.

Que viene a ser más o menos lo mismo que decían Los Chichos, pero casi quinientos años antes y con un punto de vista muchísimo más moderno y menos machista. «Aprovecha, hija, que esto no te va a durar siempre y lo único que te quedará es lo que te lleves por delante«. O como diría un clásico más castizo, «Lo que se han de comer los gusanos, que lo disfruten los humanos«, algo con lo que parece que está completamente de acuerdo Góngora cuando escribe este soneto tan maravilloso como terrible:

Mientras por competir con tu cabello

oro bruñido al sol relumbra en vano;

mientras con menosprecio, en medio el llano,

mira tu blanca frente el lilio bello;

mientras a cada labio, por cogello,

siguen más ojos que al clavel temprano;

y mientras triunfa, con desdén lozano,

del luciente cristal tu gentil cuello…

goza cuello, cabello, labio y frente,

antes que lo que fue en tu edad dorada

oro, lilio, clavel, cristal luciente,

no sólo en plata o vïola troncada

se vuelva, más tú y ello juntamente

en tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada.

«Disfruta, disfruta todo lo que puedas, que antes o después te has de pudrir, hija mía, y entonces ya no habrá vuelta atrás«. ¿Cómo se os ha quedado el cuerpo? Pues más o menos como se te queda cuando bajas a la cripta de Santa Maria delle anime del Purgatorio, en Nápoles, a ver a la patrona de las novias napolitanas, la principessa Lucia, muerta al día siguiente de su boda. ¿La veis en la foto?

En tierra, en humo, en polvo, en sombra, en nada…

Su calavera, con los velos de novia todavía puestos, trae a la cabeza ese último verso del soneto de Góngora, que aún no estaba escrito cuando Francisco de Borja pronunció ante el cadáver descompuesto de la bellísima emperatriz Isabel, que había escoltado desde Toledo hasta Granada, aquella terrible frase: «Nunca más serviré a un señor que pueda morir«.

San Francisco de Borja contemplando la calavera de su idolatrada emperatriz

Ay, si es que todo pasa, y la belleza lo primero de todo. La edad primero y la muerte después acaban con la lozanía de la juventud, y a la vista está. Pero en vez de asumirlo, romper los espejos y marcharnos al monte con una calavera, una vela y un reloj de arena a reflexionar, nos resistimos con todas nuestras fuerzas al paso del tiempo. Y no es de ahora, que lo hacemos desde tiempo inmemorial. Volvamos a Jorge Manrique para comprobarlo:

Si fuera en nuestro poder

dejar la cara hermosa,

temporal,

como podemos hacer

el alma tan glorïosa,

angelical…

¿Qué diligencia tan viva

tuviéramos toda hora,

y tan presta,

en componer la cautiva

dejándonos la señora

descompuesta?

O sea, que corremos desesperados detrás de un imposible, que es conservar la belleza física, y no nos preocupamos de algo que está al alcance de nuestra mano, o sea, la belleza moral. Dedicamos todo nuestro esfuerzo a «la cautiva«, el cuerpo, y no hacemos ni caso a «la señora«, el alma. Vale, de acuerdo, no le falta razón, pero chico, es que estar todo el día pensando en el más allá… Que sí, que el alma es eterna (o no, quién sabe) y el cuerpo perecedero, pero vaya, que un triunfo sea efímero no significa que deje de ser un triunfo, ¿o no? Ahí están los Argensola para recordárnoslo, con su soneto dedicado «A una mujer que se afeitaba y estaba hermosa» (o sea, que se ponía afeites, no os la imaginéis con unos bigotes tipo Pancho Villa porque no es eso):

Yo os quiero confesar, don Juan, primero,

que aquel lustre y color de doña Elvira

no tiene de ella más, si bien se mira,

que el haberle costado su dinero.

Pero tras esto, confesaros quiero,

que es tanta la beldad de su mentira

que en vano a competir con ella aspira

belleza igual de rostro verdadero.

Más, que mucho que yo perdido ande

por un engaño tal, pues que sabemos

que nos engaña así Naturaleza.

Porque este cielo azul que todos vemos

ni es cielo ni es azul, lástima grande

que no sea verdad tanta belleza.

Doña Elvira se quedaría tan contenta, seguro, y eso no se paga con dinero. Ya llegaría el momento en que lo suyo no tuviera remedio, pero mientras tanto… a triunfar. «Aprovecha la florada«, que dirían las abuelas, por lo menos la mía. «Collige, virgo, rosas«, que dijo Ausonio allá por el siglo IV d.C. Que cortes las rosas mientras estén en flor, vamos. Eso sí, no quemes todos los cartuchos, que después de la belleza y la juventud sigue habiendo vida y no está nada mal tampoco, aunque haya gente que piense que sin eso no merece la pena vivir. A lo mejor algo así pasaba por la cabeza de James Dean cuando dijo aquella famosa frase: «Vive rápido, muere joven y deja un bonito cadáver«. Y lo mismo pensarían los miembros del «club de los 27«, o sea, un buen montón de rockeros que decidieron vivir deprisa y acabaron abandonando este mundo cuando todavía estaban en la flor de la juventud (bueno, no sé si realmente lo decidieron o que la máquina no les dio para más), tras una corta pero intensa vida de sexo, drogas y rock&roll.

En fin, que después de este paseo por los clásicos de todo tiempo y lugar, ¿a qué conclusión podemos llegar? Pues cada uno a la suya, eso está claro. Si eres guap@, mon@, resultón/a… aprovecha, pero no te creas que con eso lo tienes todo, que la simpatía dura siempre y al fin y al cabo «la suerte de la fea, la guapa la desea«. Y sobre todo, no te olvides de una cosa: cualquier cosa tiene solución menos la muerte, así que aunque estés arrugado como una pasa y seas fe@ como un demonio disfruta de la vida, porque mientras no se demuestra lo contrario es lo más maravilloso que hay.

Y si queréis pasar UN OTOÑO DE MUERTE con nosotros, recorriendo el cementerio y muchos otros rincones desconocidos de nuestra ciudad, disfrutando con los versos del Tenorio y descubriendo las historias de los zaragozanos «del otro lado», tenemos un montón de propuestas para vosotros. Entrad aquí y las encontraréis, o si lo preferís llamadnos al 976207363 y os las contaremos.

¿Queréis seguir leyendo sobre el tema? Pues aquí os dejo algunas sugerencias de nuestro blog:

 El Tiempo y la Muerte

Drácula, Don Juan, el Amor y la Muerte

El triunfo de la Muerte… y los nuestros

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¿Habéis estado alguna vez en un cementerio por la noche? ¿Qué pasa cuando se cierra la puerta? ¿Tenía razón Bécquer, cuando escribía aquello de «¡Qué solos se quedan los muertos!«? ¿O tenía razón Mecano, cuando cantaban que «No es serio este cementerio«?

La luz del anochecer…

Las sombras de un farol…

Siluetas fantasmales…

Si no habéis participado todavía en nuestra actividad Una noche en el cementerio ahora tenéis la ocasión de vivir una experiencia muy, muy especial, recorriendo el cementerio a la luz de un farol y descubriendo este lugar fantástico mientras disfrutamos de la maravillosa sensación de estar vivos. No vamos a pasar miedo, pero sí viviremos experiencias intensas, como a nosotros nos gustan. Cantaremos, recitaremos versos inolvidables, nos emocionaremos e incluso nos reiremos… ¿Os baja un escalofrío de emoción por la espalda pensando en recorrer el cementerio tras la sombra de los zaragozanos «del otro lado«? ¿O más bien os da respeto, miedo, repelús…? Pues si queréis ver más, pinchad aquí y moved la barra del tiempo hasta 1 hora, 20 minutos, 13 segundos, ni uno más ni uno menos.

La luz del crepúsculo le da a todo un matiz especial

Atreveos a disfrutar de una experiencia poco común y os aseguramos que no sólo no os arrepentiréis, sino que disfrutaréis de un lugar muchísimo más fascinante de lo que podáis imaginar, lleno de historias increíbles en las que el amor es, casi siempre, el protagonista. Al fin y al cabo, ¿qué otra cosa es un cementerio sino un acto de amor, una lucha titánica y desesperada para impedir que el Tiempo y el Olvido nos arrebaten aquello que tanto hemos querido?

Cuándo – Sábados y domingos desde el 18 de octubre hasta el 30 de noviembre, a las 18’30

Dónde – Puerta antigua del Cementerio de Torrero (junto al Tercer Cinturón)

Precio – 10 € (estudiantes menores de 26 años y jubilados, 8 €; parados, 5 €)

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

Tenemos muchas más propuestas para pasar juntos UN OTOÑO DE MUERTE: diferentes rutas por el cementerio, tanto de día como de noche; una visita a la torre de los italianos, en la iglesia de San Antonio de Torrero; excursiones; cenas temáticas y teatralizadas… Si quieres conocer toda la información, llámanos al 976207363.

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