Al final del Paseo de Cuéllar, junto al Canal Imperial, hay una iglesia dedicada a San Antonio que tiene una torre imponente y maciza. ¿Es un simple campanario? Pues no, nada más lejos. A principios de los años 40 Mussolini mandó construir en Zaragoza un Sacrario militare italiano para enterrar aquí los restos de la mayoría de los soldados italianos muertos en la Guerra Civil. El proyecto, una enorme torre que dominara toda la ciudad, se quedaría más o menos en la mitad de lo previsto, pero aún así es espectacular. ¿Habéis entrado alguna vez? Pues esto es lo que se ve desde la capilla que hay en la parte de abajo.

En un principio iban a enterrarse aquí solamente muertos del bando fascista, pero las vicisitudes de la Segunda Guerra Mundial llevaron a que la obra se acabase después de la muerte del dictador, con lo que también acabaron aquí los restos de algunos brigadistas internacionales. De arriba a abajo los muros están cubiertos de miles de lápidas con sus nombres, en muchas de las cuales hay notas, cartas… escritas por sus familiares, muchos de los cuales descubren todavía hoy que su tío, su abuelo, su hermano… están enterrados en Zaragoza.
Os proponemos, pues, descubrir un impresionante edificio lleno de recuerdos de aquella terrible «guerra de España», un lugar que nos hará viajar a un pasado peor, pero que también nos permitirá hablar de un presente y un futuro de reconciliación.
Cuándo – Todos los domingos hasta el 14 de diciembre a las 11’30 (excepto el 2 de noviembre)
Dónde – Puerta de la iglesia de San Antonio (Paseo de Cuéllar, 10)
Precio – 8 € (7 € para jubilados y estudiantes menores de 26 años; 4 € para parados)
Reservas – Llamando al 976207363 o entrando
aquí
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