Sofía es inteligente, grandísima actriz, un mito viviente de los tiempos del cine clásico… todo ello dentro de un cuerpo que es pura belleza y sensualidad explosiva. Sofía no es angelical como Audrey. Ella es puramente carnal, excesiva, llena de curvas tan barrocas y hermosas como Nápoles y con una mirada que atraviesa las paredes. Sofía es la protagonista de los sueños lascivos de millones de hombres y mujeres al mismo tiempo que la mamma en el sentido más tradicional. Sofía es una estrella, pero también una mujer que cocina unos excitantes spaghetti siempre «al dente» que uno se muere por devorar. Sofía es pura pasión, es la esencia de Nápoles. Sofía es… ¡¡¡Sofía Loren!!!
Sofía nació hace 77 esplendorosos años en uno de los lugares más hermosos del mundo: Pozzuoli, en pleno golfo de Nápoles, la mismísima puerta del Paraíso en la Tierra. Una tierra inmensamente fértil donde todo es exhuberancia y belleza, a la orilla del mar en el que se bañan los dioses. Un paraíso en el que no existe la mesura y todo es exageración, como en la misma Sofía. Ese escote, esas gafas, ese pelo, esas caderas, esos labios… todo es más, más, más.
No eran tiempos fáciles, y durante su infancia vivió toda la dureza de la II Guerra Mundial, el abandono de su padre, el tener que salir adelante como fuera… y lo logró, vaya que si lo logró. Fotonovelas, concursos de belleza, pequeños papeles… Tuvo la suerte de coincidir con el mejor momento del cine italiano y de formar parte de un ramillete de bellezas que se consideraron la quintaesencia de la «donna» latina: ella misma, la Lollo, Claudia Cardinale y Lucía Bosé. Las cuatro bellísimas, las cuatro inteligentes, interesantes… pero ninguna con la enorme capacidad interpretativa de la Loren, que tuvo la suerte de que con 24 años le llegara el papel de su vida.
Una madre y una hija huyen de Roma en plenos bombardeos de la II Guerra Mundial, creyendo que en el campo podrán huir de los horrores de la guerra. No sólo no lo logran, sino que en una iglesia abandonada un soldado aliado viola a las dos mientras a nadie parece importarle mucho. Esa madre capaz de cualquier cosa para proteger a su hija es, seguramente, una de las mejores interpretaciones de toda la historia del cine, pero no todo en ella es dramatismo. Como estamos hablando de lujuria os dejo un enlace a una escena en la que derrocha una maravillosa sensualidad natural. Pinchad aquí y disfrutadla.
Sofía consiguió gracias a este personaje nada menos que 22 premios, entre ellos un Oscar (la primera vez que se dio a un actor por una película de habla no inglesa) y el premio a la mejor interpretación femenina en Cannes. Casi ná. Pero su carrera no se estancó ahí, y tres años después rodó, otra vez a las órdenes de Vittorio de Sica y con el grandísimo Marcello Mastroiani como partenaire, «Ayer, hoy y mañana». Y aquí quería llegar yo, porque los dos protagonizan una escena divertidísima y llena de lujuria en la que ella consigue con las medias algo tan explosivo como lo que había logrado Gilda con sólo un guante.
31 años después Robert Altman les propuso a los dos repetir la escena en «Prêt à porter», y los dos aceptaron el reto. Por favor, no os lo perdáis. Pinchad aquí y disfrutad. Lujuria, humor y dos enormes actores a partes iguales. Inolvidable.
Esa explosión de rojo… ese sombrero… ese escote… esas piernas… No quiero hacerme pesado, pero ¿la habéis visto en «Nine»? Quizá aquí no esté lujuriosa (aunque no creo que pueda evitarlo, lujuria es ella) pero… es tan maravillosa como siempre. Pinchad aquí y enamoraos perdidamente.
Y si queréis más lujuria, con motivo de San Valentín tendremos nuestra ruta UNA HISTORIA DE LA LUJURIA EN ZARAGOZA.
Cuándo – Sábado 14 a las 19’00 y domingo 15 a las 11’30
Dónde – Puerta de la iglesia de la Magdalena
Precio – 8 € (estudiantes menores de 26 años y jubilados, 7 €; parados, 4 €)
Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí
Más información – Entrando aquí
Si queréis seguirnos podéis entrar en http://www.facebook.com/gozARTE y pinchar en “me gusta”, o en twitter @gozARTE. Y ahora, os dejo unos cuantos post de nuestro blog con historias de lo más lujuriosas:
Pecadores encantadores – Rebeca y la lujuria
Lujuria es… el champagne (francés, bien sûr)
Lujuria es… sexo en Nueva York
Lujuria es… unas piernas de cinco millones de dólares
Lujuria es… el teatro chino de Manolita Chen
Lujuria es… el “gabinete secreto” de Nápoles
Lujuria es… la guerra de los biquinis
Lujuria es… San Juan de la Cruz
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