Feeds:
Entradas
Comentarios

Posts Tagged ‘cena’

¿Conocéis el patio de entrada al Museo Diocesano? Es un lugar encantador, con unas vistas maravillosas de la torre de la Seo. ¿Qué os parecería cenar allí?

patio

El palacio de los arzobispos de Zaragoza ha sido también el escenario por donde ha pasado una parte importantísima de la historia de Aragón y de España. Esta vez hemos decidido contarla desde el punto de vista de las REINAS que pasaron por él: Sibila de Forciá (última esposa de Pedro IV, que se casó aquí); Isabel la Católica y su hija Isabel, reina de Portugal que murió aquí; Juana la loca, la infanta Catalina Micaela (la hija a la que Felipe II casó en Zaragoza)… A través de estas mujeres iremos descubriendo los secretos de uno de los espacios más fascinantes y llenos de Historia y de historias de nuestra ciudad.

Reinas

Os dejo el menú:

Entrantes

  • Cucurucho de tomate seco relleno de carne de cabracho
  • Ensalada templada de crujiente de rulo de cabra con frutos secos

Plato

  • Solomillo ibérico con salsa de boletus y cebolletas caramelizadas

Postre

  • Tarta de queso con confitura de frutos del bosque

Y no sólo eso, sino que antes de cenar os ofrecemos la posibilidad de hacer una visita con nosotros al fantástico Museo Diocesano, situado dentro del palacio de los arzobispos de Zaragoza.

Cuándo – Sábado 21 a las 20’00 (visita opcional) y a las 21’30 (cena)

Dónde – Patio del Museo Diocesano, entrando por la plaza de la Seo

Precio – Cena, 28 € por persona; Cena + visita (hora y media de duración), 32 € por persona

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

Read Full Post »

¿Qué tiene el vino, que nos pone alegres y tontorrones, nos suelta la lengua y hace que el mundo parezca un lugar mejor? Pues un no sé qué maravilloso que nos acompaña desde hace miles de años, y que nació… ¿Cuándo nació? ¿Quién lo inventó?

Baco

Pues hay quien dice que fue el mismísimo Baco, hijo de Zeus, que un día se encontró una vid muy, muy, muy pequeña, y como la vio tan débil la guardó dentro de un hueso de pájaro. Allí debía estar bien, porque empezó a crecer un poco más, y cuando ya no cabía la metió en un hueso de león. Pero la vid seguía creciendo, y como lo único que encontró fue el fémur de un burro la guardó allí hasta que nacieron las uvas. Y como era un chico listo… rápidamente descubrió cómo transformarlas en vino. Y por eso si uno bebe un poco de vino tiene las ganas de cantar y la alegría de los pájaros; si bebe más, tiene la audacia y el temperamento del león; y si bebe demasiado, tiene la estupidez del burro. ¿En qué fase se encontrarán los borrachos que acompañan al dios en el cuadro de Velázquez?

Borrachos

¿Inventaría Baco el vino realmente? Bueno, hay otras versiones, y la Biblia dice que fue Noé. Sí, sí, el mismísimo Noé, el del diluvio, aquel que se fue de crucero con los bichos y le salió un tiempo fatal, que no paró de llover en todo el viaje. Bueno, pues el caso es que cuando aquello acabó no había por ningún lado ni un mal matojo, pero como Noé era un tipo listo y previsor había guardado semillas de todo. Total, que un día plantó viñas, y empezaron a crecer, y nacieron las uvas y se las comieron, y les supieron tan ricas. Y debieron pensar que fíjate, si las exprimes qué zumo tan rico sale, que mejor eso que comer con agua. Y un día se les olvidaría alguna jarra de mosto por algún rincón del arca, vaya usted a saber por qué, y aquello fermentó, Noé se lo encontró, se lo bebió de un trago… y pilló la primera borrachera de la historia.

Noé
¿Veis la pintura? La hizo Miguel Ángel en la bóveda de la capilla Sixtina, y en ella se ven muchas cosas. Al fondo a la izquierda aparece Noé cavando, para plantar las primeras viñas, y en el primer plano aparece ya tumbado en el suelo, con toda la modorra (¿veis que a su lado hay una jarra y un cuenco, que habrá utilizado para beber?). Hasta ahí está claro, pero ¿y los otros? Pues son los hijos de Noé: algunos se partieron de risa al ver a su padre borracho, y otros en cambio prefirieron echarle una colcha para que el hombre no se enfriase.

uva

Aún tenemos una tercera leyenda, pues los hay que dicen que el vino nació por casualidad en Persia y que la primera que se emborrachó fue una mujer. ¿Sabéis lo que le ocurrió? Pues resulta que un rey mandó recoger las uvas y guardarlas en los sótanos de su palacio. Allí las dejaron, y ellas solas empezaron a fermentar sin que nadie se diera cuenta, y menos el rey, que estaba de lo más entretenido con su harén, un día con una, otro día con otra… en fin, ya sabéis lo que es un harén. El caso es que a una de ellas le dijo que oye, que fue bonito mientras duró, pero mejor lo dejamos, ¿vale? Que otra más frivolona hubiera dicho que vale, a rey muerto rey puesto, pero la pobre debía de estar enamorada y se quedó fatal, fatal, fatal. Tanto, que decidió suicidarse. Se fue corriendo a los sótanos del palacio, y cuando iba bajando por la escalera le iba llegando un olor terrible. ¿Qué era aquello? ¿Qué era ese líquido oscuro? ¡¡¡Veneno!!! La muy loca pensó que aquello era veneno, litros y litros de veneno, y se puso a beberlo como una desesperada. ¿Os lo imagináis? Cuando bajaron a buscarla se la encontraron bailando sin parar y más contenta que unas castañuelas. Por cierto, hay una variedad de uva que se llama syrah, y se piensa que el nombre puede venir de la ciudad persa de Shiraz, así que… ¿quién sabe si en esta leyenda hay algo de verdad?

vino de las piedras

¿Queréis conocer muchas más historias sobre el vino, participar en visitas teatralizadas, actividades sobre vino y literatura, maridaje con tapas, una cena muy, muy, muy especial? Pues no os podéis perder, este próximo fin de semana (20 y 21 de julio) la RUTA DEL VINO DE LAS PIEDRAS, en Cariñena. Si queréis encontrar toda la información entrad aquí, MUY IMPORTANTE: hay autobuses desde Zaragoza y para ir de uno a otro sitio, así que… más fácil, imposible.

Read Full Post »

Ya estamos a 4 de febrero, San Valentín se acerca y nos enfrentamos a ese terrible dilema: ¿Qué le regalo este año? Si ya tiene una colección completa de corbatas que no  utiliza, todos los perfumes del mercado y estás hart@ de regalar flores, no te preocupes, porque tenemos la solución perfecta para ti. Este año, REGALA EXPERIENCIAS.

amantes

¿Experiencias? ¿Y eso cómo se come? Pues bien sencillo, son actividades que podéis hacer juntos y que este mes se dedican al amor. Las hemos llamado HISTORIAS DE AMOR EN FEBRERO, y son dos visitas y una cena…

  • Historias de amor en la Aljafería – Entra aquí para saber más
  • Visita al Palacio Larrinaga – Entra aquí para saber más
  • Ruta de la lujuria en Zaragoza – Entra aquí para saber más
  • Nuestra cena sobre los «Grandes dramones de amor» – Entra aquí para saber más

¿Qué os proponemos? Pues unas tarjetas-regalo con las que vais a quedar divinamente y vais a ser los más originales. Aquí os dejamos las respuestas a las preguntas que os puedan surgir:

  • ¿Hay que regalar las tres actividades? No. Podéis regalar una, dos o las tres, como prefiráis.
  • ¿Dónde se recogen? En la cafetería del Museo del Teatro Romano, en la Plaza de San Pedro Nolasco.
  • ¿Con pagar la tarjeta ya es suficiente? No. Es imprescindible que reservéis las fechas que os interesan, llamando al 976207363.
  • ¿Qué pasa si, por la razón que sea, no puedo asistir a las actividades programadas para febrero? Nada. Podéis gastar la tarjeta a lo largo de todo este año, pues todos los meses tendremos preparadas visitas y cenas distintas.
  • ¿Tiene que ser en pareja? ¿Y si yo quiero mucho a mis amigos y somos impares? Ningún problema, llámanos y te lo preparamos.
  • ¿Cuál es el precio?
    • Visita para dos – 15 € (Historias de amor en la Aljafería) o 18 € (Palacio Larrinaga)
    • Dos visitas para dos – 32 €
    • Cena para dos – 44 €
    • Cena + visita para dos – 60 €
    • Cena + dos visitas para dos – 75 €

Si queréis reservar vuestra tarjeta regalo sólo tenéis que llamarnos al 976207363 y pasar a recogerla por la cafetería del Museo del Teatro Romano.

Read Full Post »

El otoño ya está aquí, y para recordárnoslo nadie mejor que Yves Montand con «Les feuilles mortes«, las hojas muertas que nos recuerdan que el tiempo no se detiene y la vida va pasando.

De pronto nos percatamos de algo que durante la primavera se nos olvida, que todo a nuestro alrededor envejece y tiene fecha de caducidad. La muerte se hace más presente en nuestras vidas por unos días, y todo nos recuerda que el tiempo pasa: una gota que cae, el tic-tac de un reloj, una vela que se consume… Hay que ser un poco cenizo para pensar en la muerte en abril, pero desde que el mundo es mundo noviembre es así. No hay más que recordar aquellos versos que escribió Jorge Manrique tras la muerte de su padre: «Recuerde el alma dormida, / avive el seso y despierte / contemplando, / cómo se pasa la vida / como se viene la muerte / tan callando«. La vida se nos escapa como arena entre los dedos, así que… aprovechémosla, porque cuando queramos darnos cuenta ya no habrá vuelta atrás y el tiempo se habrá ido. «Tempus fugit«, que decía el clásico. Así que «Carpe diem«, que dijo otro. Aprovecha el momento, por si acaso es el último.

«In ictu oculi», o sea, «En un abrir y cerrar de ojos»

Un abrir y cerrar de ojos es el tiempo que cuesta apagar con los dedos la llama de una vela, o lo que necesitan las Parcas para cortar con su tijera el hilo de una vida. La muerte está siempre ahí, acechando, y no debemos olvidarlo. ¿Sabéis por qué? Porque tenerlo siempre presente es la mejor manera de disfrutar a tope de ese maravilloso regalo que es la vida. Por eso nos encanta hacer las visitas al cementerio cuando llegan estas fechas, porque es un subidón caer en la cuenta de que uno está vivo y podría no estarlo. Este año os proponemos cinco completamente diferentes, tres diurnas y dos nocturnas, además de nuestras tradicionales cenas teatralizadas con don Juan Tenorio y una excursión al Moncayo mágico y misterioso. Si queréis más información o reservar, pinchad en los enlaces o llamadnos al 976207363.

IMGP0352

DE DÍA

  • Sábados a las 11’30: FUSILADOS EN LAS TAPIAS DEL CEMENTERIO – Las tapias del Cementerio de Torrero fueron durante la Guerra Civil y la posguerra testigo del fusilamiento de miles de personas, cuyos cuerpos fueron arrojados después a las fosas comunes que se construyeron en el mismo cementerio. Lo más fácil es que se hubiera perdido la memoria de lo que pasó allí, pero el padre Gumersindo de Estella, un capuchino que ejercía como confesor en la cárcel de Torrero, llevó un diario de todas las atrocidades que veía y gracias a eso aquellas historias nunca caerán en el olvido. Nuestra ruta nos llevará de la cárcel hasta los diferentes escenarios del cementerio en los que tuvo lugar todo esto, con momentos duros y terribles y otros emocionantes y entrañables. Si queréis saber más entrad aquí, y para reservar aquí. Sábados entre el 18 de octubre y el 29 de noviembre a las 11’30.

 

  • Sábados a las 11’30: EL CEMENTERIO DE LA CARTUJA – El cementerio más antiguo \»en activo\» que hay en Zaragoza es el de la Cartuja Baja, que en un principio era el destino de los que morían en el Hospital de Gracia y no tenían donde enterrarse. Posteriormente pasó a manos de su actual propietario, la Diputación Provincial, y esa es la razón de que en el panteón de la beneficencia descansen personajes cuyos nombres nos suenan a todos, aunque solo sea porque dieron nombre algunas calles de nuestra ciudad: Manuel Lasala, Lasierra Purroy, el alcalde Caballero, el doctor Cerrada… ¿Queréis descubrir con nosotros algunos de los secretos de este lugar? Si queréis más información o reservar entrad aquí. Sábados entre el 8 y el 29 de noviembre a las 11’30.

 

  • Domingos a las 11’30: LA TORRE DE LOS ITALIANOS – A principios de los años 40 Mussolini mandó construir en Zaragoza un Sacrario militare italiano para enterrar aquí los restos de la mayoría de los italianos muertos en la Guerra Civil. El proyecto, una enorme torre que dominara toda la ciudad, se quedaría más o menos en la mitad de lo previsto, pero aún así es espectacular. ¿Habéis entrado alguna vez en la torre de la iglesia de San Antonio? Pues os proponemos descubrir un lugar que os impresionará de verdad, un enorme panteón cuyas paredes están completamente cubiertas de lápidas y de recuerdos de todos aquellos hombres muertos en la guerra de España. Para saber más entrad aquí, y para reservar aquí. Domingos entre el 19 de octubre y el 30 de noviembre a las 11’30.

 

  • Domingos a las 11’30: RUTA ARTÍSTICA DEL CEMENTERIO DE TORRERO – La parte antigua del cementerio es uno de los rincones más bonitos, románticos y sorprendentes de Zaragoza. Tumbas ilustres, panteones espectaculares, esculturas sorprendentes… ¿Por qué no desafiar a la superstición con una visita diferente para las mañanas de domingo? Si queréis más información o reservar entrad aquíDomingos entre el 19 de octubre y el 30 de noviembre a las 11’30.

 

cementerio

DE NOCHE

  • «Una noche en el cementerio» – ¿Qué pasa en un cementerio cuando se cierra la puerta? ¿Tenía razón Bécquer, cuando escribía aquello de “qué solos se quedan los muertos”? ¿O más bien Mecano, cuando cantaba que “No es serio este cementerio”? ¿Por qué no lo comprobamos? Atreveos a recorrer con nosotros el cementerio de noche y con un farol en la mano. Descubriréis un mundo mucho más animado y mucho menos terrorífico de lo que os imaginabais. Al fin y al cabo, ¿quién dijo que los cementerios son lugares tristes? ¿Se os ocurre algo más alegre que poder decir que estamos vivos? Por eso precisamente en nuestro recorrido cantaremos jotas, coplas y hasta alguna romanza de zarzuela, recitaremos versos inolvidables y disfrutaremos al recordar a cada momento que estamos vivos. ¡¡¡Y eso sí que es una gran noticia!!! Para saber más entrad aquí, y para reservar aquíSábados y domingos entre el 18 de octubre y el 30 de noviembre, y viernes 31 de octubre a las 18’30.

 

  • Visita teatralizada nocturna al cementerio – Las noche de alrededor de Todos los Santos el mundo de los muertos y el de los vivos se tocan por unas horas, y cualquier cosa puede ocurrir. Es posible que nos encontremos con algún difunto vuelto a la vida, estatuas que hablan y muchas otras sorpresas que nos demostrarán que nada es tan dramático como parece. ¿Os atrevéis? Para saber más entrad aquí, y para reservar aquí31 de octubre, 1, 2 y 8 de noviembre a a las 20’30; 15 y 22 de noviembre a las 18’00.

Viernes 31 de octubre y sábado 8 de noviembre

Cena teatralizada – UNA NOCHE CON DON JUAN TENORIO 

Ya está aquí Todos los Santos, y ¿cuál es nuestra tradición preferida para estas fechas? Pues aparte de visitar el cementerio, que también, pasar un buen rato con don Juan y con doña Inés, que como de todos es sabido llevan siglos contándonos su historia por estas fechas. Y como nos vuelven locos sus andanzas, y sabemos que a muchos de vosotros también, vamos a viajar cuatrocientos años atrás en el tiempo y nos vamos a cenar ¡¡¡al panteón de la familia Tenorio!!! Si queréis más información entrad aquí, y para reservar aquíViernes 1 de noviembre a las 21’30 y sábado 8 de noviembre a las 21’00.

Inés

Domingos 26 de octubre, 9 y 23 de noviembre

Nos vamos de excursión – MONCAYO MÁGICO Y MISTERIOSO

Si hay un lugar en Aragón cargado de leyenda, magia y misterio, ese es el Moncayo… Por eso, y aprovechando que se acerca Todos los Santos, hemos preparado una excursión para, de la mano de Bécquer, descubrir las leyendas de esa zona y visitar algunos lugares extraordinarios y con historias… difíciles de explicar. Visitaremos el Pozo de los Aines en Grisén, la cueva de Caco en Los Fayos, el castillo de Trasmoz y el monasterio de Veruela. ¿Os animáis? Pues si queréis más información entrad aquí, y para reservar aquí.

Trasmoz

Read Full Post »

Allá por el año 999 fue elegido el primer papa francés, Gerberto de Aurillac, que llegaría al año 1000 con el nombre de Silvestre II. Era un sabio que había aprendido algunos de los muchos saberes que dominaba en Córdoba y Sevilla. Fue allí, con los árabes, con los que llegó a convertirse en un experto astrónomo y matemático, algo que en la Europa cristiana de aquellos años no tenía nada de normal.

Silvestre II con una esfera armilar, con la tierra en el centro y las órbitas de los planetas alrededor

Sería por aquello, y también por historias políticas en las que no vamos a entrar ahora, que algunos de sus contemporáneos, de esos que siempre prefieren buscarle tres pies al gato, decidieron que todos aquellos saberes no eran normales, y que se debían… ¡¡¡a un pacto con el demonio!!! Y claro, enseguida empezaron a inventarse todo tipo de historias. Se llegó a decir, por ejemplo que mientras él nacía en Francia, a miles de kilómetros de allí, en Jordania, un gallo cantó tres veces y se escuchó hasta en Roma. También se contaba que cuando era niño un temible ermitaño que vivía en una cueva y decía que era descendiente de los druidas le había predicho un magnífico futuro, enseñándole además la magia celta. Y que cuando tenía 12 años unos monjes lo vieron tallando una rama para hacerse un tubo con el que observar las estrellas, y se lo llevaron a estudiar a la abadía. En fin, ya se sabe: cuando un personaje llega a ser importante desde abajo lo normal es inventarle una infancia que esté a la altura de las circunstancias para justificar semejante ascenso, cuanto más legendaria mejor.

Relieve en la base del monumento que hay en Aurillac, en el que se ve a los monjes encontrando al niño que fabrica un tubo para mirar las estrellas

Después de aquella estancia por tierras andaluzas de la que hemos hablado antes empezó a hacer carrera en serio: fue a Roma y el emperador de Alemania lo nombró tutor de su hijo; el arzobispo de Reims lo llamó para que diera clases en la escuela que tenía en la catedral; y como además introdujo en Francia el sistema decimal y el cero, construyó un globo terrestre, un órgano, relojes… y hasta unas cabezas parlantes que respondían a lo que se les preguntaba e incluso predecían el futuro, pronto empezaron a correr rumores de que practicaba la brujería.

El papa Silvestre II con un demonio que, de tan feíco que es, da ternura

La cuestión es que en el año 999 fue elegido papa. Por cierto, ¿sabéis cómo funciona la elección? Hoy se encierra a los cardenales en la capilla Sixtina y se cierra con llave («cum clavis«, de ahí la palabra cónclave) para asegurarse de que no haya intromisiones. Sin embargo, en época de Silvestre II la capilla todavía no se había construido, y la nobleza romana participaba en la elección. En cualquier caso, nos olvidamos de la cuestión más importante: es el Espíritu Santo el que inspira a los electores, pero… los enemigos de Silvestre II (que en aquellos tiempos tan revueltos eran muchos) hicieron correr la voz de que el demonio, viejo conocido suyo según se decía, había entretenido al Espíritu Santo y había manipulado la elección en favor de su candidato. Vamos, el típico pucherazo de toda la vida.

Monumento a Silvestre II en Aurillac, su ciudad natal

Poco duró su pontificado, pues cuatro años después murió. Ahora bien, ¿cómo? Pues hay todo tipo de leyendas. Se dice que se arrepintió de su pacto con el diablo y que pidió que su cuerpo fuera descuartizado y que no lo enterraran en tierra sagrada. También se cuenta que el acuerdo consistía en que el demonio tomaría su alma cuando él fuera a Jerusalén, cosa que no tenía ninguna intención de hacer, pero… resulta que entre sus muchos conocimientos no debía estar un detalle que conocía todo el mundo: la basílica de Santa Cruz en Jerusalén, en Roma, había sido construida sobre tierra traída… Ya sabéis de dónde, ¿no? Pues claro, de la mismísima Jerusalén. Así que cuando un día el papa fue a visitarla…

Basílica de Santa Croce in Gerusalemme

Poner el papa un pie dentro y venir el demonio a cobrar su deuda fue todo uno. Eso sí, cuentan que en el acto el papa se arrepintió muchísimo de todo, cayó muerto y unos caballos alados recogieron su cuerpo y se lo llevaron a San Juan de Letrán, lo que todo el mundo interpretó como una señal clarísima de que Dios le había perdonado. ¿No hubierais pensado lo mismo vosotros? Pues claro que sí, no pongáis esa cara de incredulidad. El caso es que está enterrado allí, en una tumba de lo más misteriosa.

Para empezar, se cuenta que no está solo. ¿Quién duerme con él el sueño eterno? Una mujer. Sí, sí, una mujer en la tumba de un papa, pero aún hay más. Dicen que Satanás le había puesto para vigilarle un demonio femenino que se enamoró de él, renunció a la inmortalidad, se hizo mujer, vivió amancebada con él y están enterrados juntos. Cierto o no, esto no es lo más fuerte, ni mucho menos. Lo más impresionante es la leyenda que dice que esta tumba predice la muerte de los papas. Durante siglos, cada vez que un papa iba a morir los huesos de Silvestre II empezaban a chocar entre sí tan ruidosamente que cualquiera podía oírlos.

Tan llamativa era la cosa que un papa decidió abrirla para ver qué podía haber dentro, y en ese momento, al contacto con el aire los huesos se desintegraron y se convirtieron en polvo. ¿Fue aquello el fin de las predicciones? Pues para nada, porque parece que desde entonces la lápida suda cuando un papa va a morir, hasta el punto de que según algunos se llega a formar barro en el suelo. ¿Una exageración? Probablemente. ¿Hay algo de cierto en todo esto? Probablemente no. Pero ¿no es verdad que la vida es más bonita con historias como esta?

¿Queréis conocer esta y muchas otras historias? Pues si sois un grupo podemos organizar nuestra cena sobre no os podéis perder nuestra cena  sobre Los secretos de los papas. Para saber más y conocer el menú puedes entrar aquí, y para reservar llámanos al 976207363.

Read Full Post »

Este verano nuestras cenas de los martes también tendrán lugar los jueves, aunque con un tema distinto. ¿Quieres conocer lo que hay detrás de los cuadros de Velázquez y Goya y descubrir cuánto hay de verdad en los chismes alrededor de muchos de los reyes y reinas de España?  El cine, la copla… la mayor parte de las veces nos han dado una versión edulcorada y oficial que se corresponde poco con la realidad. Valga como ejemplo la desgraciada historia de amor de Alfonso XII y María de las Mercedes, que dio lugar a una famosísima película («¿Dónde vas, Alfonso XII?», si queréis verla entrad aquí) y a una no menos famosa copla:

En realidad, la lista de las amantes conocidas de Alfonso XII podría llenar (y lo hace) libros enteros, aunque eso no es nada al lado de las aventuras amorosas de su madre, la castiza Isabel II. O de su hijo, Alfonso XIII, con historias que incluyen a alguna de las cupletistas que triunfaban en aquel Madrid de principios del siglo XX. Pero hay más: los «deslices» de Carlos V, que dieron lugar a un personaje tan conocido como su hijo bastardo, Don Juan de Austria; o los de Felipe IV con la Calderona, una famosa actriz, e incluso con cierta monja del convento de San Plácido, para el que Velázquez pintó su famoso Cristo casi como una compensación. En fin, que el tema, además de inagotable es pícaro, alegre, divertido y fresco, algo perfecto para una época como el verano.

Isabel II y su marido, Francisco de Asís. ¿Fue él padre de alguno de los hijos que tuvieron? Parece ser que de ninguno de los que llegaron a mayores, incluido Alfonso XII

Os proponemos, pues, una cena en la que vamos a conocer historias de alta cuna y (a veces) de baja cama, pintorescas, truculentas, divertidas… Un plan estupendo para una noche de verano. Aquí os dejamos el menú:

  • Ajoblanco con uvas
  • Huevos de fraile – Ensalada con bizcocho de garbanzos
  • Caprichos de la reina castiza – Lomo de atún estofado en salsa de tomate sobre lecho de patatas
  • Huevo quimbo

Y ya sabéis, si sois celíacos, vegetarianos, alérgicos a algo… no tenéis más que decírnoslo cuando hagáis la reserva y os prepararemos otra cosa.

Cuándo – Todos los jueves desde el 19 de julio al 13 de septiembre, a las 21’00

Dónde – Restaurante El Atrapamundos (C/ Mefisto, 4)

Precio – 22 € por persona

Reservas – Llamando al 976207363

Read Full Post »

Roma es una ciudad alegre, bella y luminosa como pocas. Sus piedras milenarias han visto de todo, desde Nerón tocando la lira mientras la veía arder hasta Anita Ekberg bañándose en la Fontana de Trevi o Audrey Hepburn recorriéndola en Vespa.

Sin embargo… Roma es mucho más que lo que se ve. Es también una ciudad llena de fantasmas que conviven pacíficamente (a veces) y con la mayor naturalidad con los romanos de hoy, gente sabia y acostumbrada a todo desde la época de Rómulo y Remo, hace casi 3.000 años. La historia de la ciudad está plagada de aparecidos, espectros, seres del inframundo que no descansan en paz y que intentan comunicarse con los vivos, almas del purgatorio que dejan su huella por todas partes… Al fin y al cabo todos los caminos llevan a Roma, y los de ultratumba parece que también.

¿Queréis conocer la historia de la mano de Constanza de Cupis, que algunas noches se puede ver en los balcones de un palacio de Piazza Navona? ¿Y la de los huesos de un Papa que se agitan cada vez que está a punto de morir uno de sus sucesores? ¿Os venís a ver las huellas de fuego que dejan las almas del Purgatorio cuando se manifiestan? ¿O preferís conocer a Fray Piccolo, el fantasma que vive en la embajada de España en Roma? Espectros, milagros, demonios y aparecidos para una noche fantasmagórica en la que descubriremos que no es tan fiero el león como lo pintan, y que hasta los espectros más gruñones tienen su lado simpático.

Por cierto, los fantasmas no comen (o eso dicen) pero nosotros sí, y hemos preparado para la ocasión un menú típicamente romano, como el que podríamos encontrar en cualquier trattoria del Trastevere. Aquí lo tenéis:

  • Melanzane alla parmigiana (o sea, berenjenas con queso)
  • Saltimbocca alla romana (unos deliciosos rollitos de carne muy fina, jamón y salvia)
  • Arrosto di maiale a l’oglio di rosmarino (asado de carne de cerdo al aceite de romero)
  • Tiramisu alla crema di ricotta (Tiramisú con crema de queso)

Y ya sabéis, si sois celíacos, vegetarianos, alérgicos a algo… no tenéis más que decírnoslo cuando hagáis la reserva y os prepararemos otra cosa. Os esperamos para pasar una noche de lo más romana y fantasmal.

Cuándo – 3, 10, 17, 24 y 31 de julio a las 21’00

Dónde – Restaurante El Atrapamundos (C/ Mefisto, 4)

Precio – 22 € por persona

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

Y si queréis más, durante este verano, entre el 19 de julio y el 13 de septiembre, también tendremos «Cenas de los jueves», dedicadas a «L@s amantes de los reyes (y reinas) de España» (si queréis más información entrad aquí), además de nuestras «Cinco rutas a la fresca» y una gymkana muy especial. Entrad aquí y lo encontraréis todo.

Read Full Post »

El 14 de abril de 1912 Purificación Castellano estaba cenando tranquilamente en su palacete madrileño cuando, de pronto, un moscardón cayó en su plato de sopa.

Doña Purificación Castellana Moreno

A lo mejor pensáis que es algo que, a pesar de ser asqueroso, entraba dentro de la normalidad, pero Doña Purificación supo en aquel momento que aquello era una señal y que a su hijo, Víctor Peñasco, le había sucedido algo. ¿Tenía razón, o era solo aprensión? Pues bien, para descubrirlo tendremos que retroceder en el tiempo e irnos unos 16 meses atrás, al momento en que Víctor Peñasco Castellana se casó con María Josefa Pérez de Soto, Pepita para la familia, uniéndose dos de las mayores fortunas de España. Era un 8 de diciembre de 1910 y fue una boda de campanillas (el novio era sobrino nieto de José Canalejas, que en aquel momento era presidente del consejo de ministros de España). ¿Queréis conocerlos? Pues aquí los tenéis.

Víctor y Pepita

Él tenía 24 años y ella 22, y después de la boda empezaron una larguísima luna de miel, como se llevaba entonces entre las familias de posibles. Palco en la ópera de Viena, noches de ensueño en el casino de Montecarlo, cenas en Maxim’s, en París, el Orient Express… De vez en cuando se pasaban por Madrid a ver cómo iban las obras de su nueva casa, pues aunque Doña Purificación les había ofrecido la suya ya se sabe que «el casado, casa quiere«, y una suegra es una suegra, así que pudiéndoselo permitir como podían… El caso es que ellos no reparaban en gastos ni en la casa ni en el viaje ni tenían por qué hacerlo, pero todo aquello tenía un límite, uno solo: cuando Doña Purificación se despidió de ellos les dijo que en barco, ni hablar. A la mujer le había dado como un pálpito, un presentimiento, y les pidió por lo más sagrado que le dieran ese gusto y que hicieran el favor de no embarcarse en un trasatlántico de aquellos. Quién sabe si conocía una novela que un tal Morgan Robertson había escrito unos años antes titulada «Futilidad«, en la que un barco llamado Titán se hundía a mitad del recorrido de Nueva York a Southampton tras chocar con un iceberg. ¿Dotes adivinatorias? ¿Pura casualidad? Vaya usted a saber.

Durante una buena temporada Víctor y Pepita se portaron bien y cumplieron su promesa, pero… un día estaban en Maxim’s, en París, y vieron publicidad de ese nuevo barco tan lujoso del que todo el mundo hablaba. ¿Qué hacemos? «Chica, no sé, no conocemos Nueva York…«. «Ya, pero ¿y lo que dijo tu madre? Se lo prometimos«. «Deja a mi madre tranquila en Madrid, que total no se va a enterar«. «Ya, pero si se entera seguro que dice que es cosa de la nuera, que tú te dejaste embolicar por mi, que de bueno te pasas y así te va, y tal y tal y tal«. «Ay, chica, nos vamos y ya está». «Pues venga, nos vamos, pero si se entera tu madre es culpa tuya, ¿estamos o no estamos?». Pues eso, que siendo ricos, jóvenes, enamorados y con ganas de marcharse, ¿quién no lo hubiera hecho? Eso sí, chicos precavidos como eran tomaron la precaución de dejar a su mayordomo, Eulogio, en París. ¿Para qué? Pues le dejaron un fajo de postales para Doña Purificación, para que se las fuera mandando cada día y que ella estuviera tranquila. Un día le contaban que habían ido a la Ópera, otro a Versalles, otro al Louvre… Qué majicos, ¿verdad?

Víctor y Pepita irían en ese transbordador, que acercó hasta el Titanic a los pasajeros que subieron en Cherburgo

El caso es que compraron los billetes y se fueron en tren a Cherburgo, donde embarcaron. Incluso para una pareja tan acostumbrada al lujo y al gran mundo como ellos el Titanic era algo asombroso, así que nos podemos imaginar cómo se quedaría su criada, Fermina Oliva, cuando entrara en aquel barco, el más grande, el más seguro y el más lujoso que existía. Por cierto, aquí la tenéis.

Fermina

Víctor y Pepita eran los únicos españoles en primera clase. Se alojaron en un estupendo camarote y Fermina en otro (también de primera), al otro lado del pasillo. Los elevadísimos precios del Titanic no supondrían ningún problema para ellos, pues hay quien ha calculado que se gastaron el equivalente a unos 110 millones de pesetas (de cuando aún había pesetas, claro) en el año y medio que duró su luna de miel.

Plano del camarote de Víctor y Pepita (arriba) y el de Fermina, su criada

Mucho tiempo después Pepita hablaba de la última cena, y decía: «Aquello era una muestra del mayor lujo que podía verse. Los hombres, de rigurosa etiqueta, las mujeres con sus mejores galas y todas las joyas que sus cuerpos fueran capaces de cargar. Una gran cena amenizada con una gran orquesta. Como buenos españoles, fuimos los últimos en abandonar el salón, ya que nos quedamos charlando con un matrimonio argentino, los únicos con los que habíamos congeniado en el viaje«. Poco después tenía lugar el choque fatídico que acabaría, de un mazazo, con aquella historia de amor y lujo. Su sobrina cuenta que «Mi tía estaba ya en la cama y mi tío todavía estaba desvistiéndose. Oyeron un ruido enorme que no le gustó nada a mi tío. Salió del camarote y se dirigió a cubierta, donde se encontró con un marinero al que le preguntó qué pasaba y dónde estaban los chalecos salvavidas. El marinero simplemente se echó a reír. Volvió al camarote, recogió a Josefa, que solo tuvo tiempo de ponerse un chal por encima del camisón, y a la doncella, que se encontraba en el camarote de enfrente». El barco estaba sentenciado desde el primer momento, y cuando llegó el momento de subirse a los botes… veamos como cuentan la historia desde el punto de vista de Fermina, la criada.

«Las mujeres y los niños primero«, aunque no siempre. Uno de los oficiales permitía que subieran hombres siempre que hubiera sitios vacíos en los botes. Otro, no. Pepita subió en uno de los botes y su criada también, pero Víctor decidió actuar como un caballero español y cedió su sitio a una mujer que iba con un bebé en brazos. Cuenta Fermina que lo último que le dijo a su mujer fue «Que seas muy feliz». 

La gente subiendo a los botes en una película de los años 50, «La última noche del Titanic»

Otra pasajera que iba en el mismo bote contó unos días después todo esto en una entrevista para el New York Herald: «Entonces la señora Peñasco empezó a chillar el nombre de su marido. Fue terrible. Le pasé el timón a mi prima y me puse acurrucada junto a ella, tratando en lo posible de consolarla. Pobre mujer. Sus sollozos ablandaron nuestros corazones y sus palabras eran imposibles de entender debido a su tristeza (…) Cuando el terrible final llegó, utilicé lo mejor de mi misma para intentar distraer a la señora española y que no oyese los agonizantes sonidos de los que se ahogaban en el mar».

Pepita

Aún después de haber visto cómo se hundía el barco Pepita conservó la esperanza de que Víctor hubiera subido en otro bote, pero poco le duró. Ya en el Carpathia, el barco que recogió a los supervivientes, tuvo claro que su marido había muerto en el mar. Al llegar a Nueva York estuvieron esperando a que llegara otro barco que había recogido todos los cadáveres que pudo, pero tampoco estaba allí. La doncella miró los cuerpos uno por uno intentando descubrir el de Víctor, pero nada.

La muerte de Víctor Peñasco en «La Vanguardia»

En las primeras listas aparecidas en la prensa el apellido Peñasco estaba mal transcrito, pero a pesar de todo Doña Purificación tenía un mal presentimiento que pronto se confirmó (recordad el moscardón). Eso sí, pronto se dio cuenta del problema que tenía su nuera, pues según las leyes de la época Víctor no estaría oficialmente muerto hasta 20 años después de su desaparición. Como no podía ser que aquella chica de 23 años no pudiera rehacer su vida, su suegra decidió comprar un cadáver en Halifax (Canadá), hasta donde llegaron flotando muchos que en parte están enterrados allí. Como suena, mandó a Fermina a comprar un cadáver y el correspondiente certificado de defunción. Eso sí, no sabemos dónde está esa supuesta tumba, pues el cementerio que se nombra en el certificado no existe, y en el de Fairview, donde está enterradas las víctimas del Titanic, no hay ninguna con el nombre de Víctor Peñasco.

Cementerio de Halifax

Josefa pudo rehacer su vida y se casó en segundas nupcias en 1918 con Juan Barriobero y Armas Ortuño y Fernández de Arteaga, barón del Río Tovía, con el que tuvo tres hijos. Falleció en 1972 a los 83 años de edad. Fermina Oliva, la doncella que también sobrevivió al «Titanic», murió en 1968. Ella nunca se casó.

Una hija de Pepita nacida de su segundo matrimonio, delante de la fotografía de su madre y de Víctor, su primer marido

De toda esta historia me gusta especialmente la entereza de la madre de Víctor y su generosidad hacia su nuera, pero si me tengo que quedar con una frase elijo una de Elena Ugarte, sobrina nieta de Víctor Peñasco: “A raíz de aquella desgracia, en mi casa cogimos manía a los moscardones. Mi madre ha toreado, ha montado a caballo durante años, era una mujer valiente, atrevida, pero cuando veía un moscardón se ponía mala. No podía evitarlo”. Y ante esto me pregunto, ¿es que antes de aquello les caerían simpáticos?

¿Queréis conocer esta y muchas otras historias sobre el Titanic? Pues si sois un grupo, tenemos una cena temática que podemos hacer cuando queráis. Llamadnos al 976207363 o enviadnos un correo electrónico a educacion@gozarte.net y concretamos. Y si queréis saber más entrad aquí.

Y si queréis conocer otras historias del Titanic, aquí os dejo un post de nuestro blog:

Los Straus y su amor insumergible

Read Full Post »

Si hay algo insumergible y que sobreviva a la muerte ese algo es el amor, ¿no? Por eso, de entre los miles de historias que naufragaron con el Titanic la que más me gusta es la de Isador e Ida Straus. ¿Os suenan de algo? Pues antes de nada os los presento:

Dos viejecicos encantadores, ¿verdad? No sé por qué, pero esta foto me inspira muchísima ternura. La forma de sentarse él, y de cogerla con su brazo por detrás (sí, ya sé que eso no se ve y me lo estoy imaginando), su sonrisa, ella un poco más seria mirando a la cámara, pero también con una media sonrisa… Por cierto, ¿habéis oído hablar de ellos? Eran dos pasajeros de primera del Titanic que volvían a Nueva York, donde vivían, desde Europa. Eran dos personajes muy conocidos, pues él era propietario junto con su hermano de Macy’s (la que durante muchos años se ha considerado «la tienda más grande del mundo«), toda una institución en Nueva York.

«The world’s largest store», o sea, «La tienda más grande del mundo». O casi

Macy’s había nacido en 1829 y poco a poco fue creciendo hasta que, en 1893, la compraron Isador Straus y su hermano Nathan, dos judíos germano-americanos que habían llegado con su familia a Estados Unidos unos cuantos años antes, allá por 1854. Seguro que Isador, que tenía nueve años y cuatro hermanos pequeños, vivió aquel viaje a través del inmenso océano como una aventura. No tenía ni idea de lo que le esperaba en aquel país nuevo del que todos hablaban. No sabía que acabaría siendo inmensamente rico y menos aún que cinco años antes, también en Alemania, como él, había nacido Ida, que también emigraría a América con sus padres y sus seis hermanos.

La familia Straus se fue a vivir al Viejo Sur, en unos años que todos conocemos gracias a esa monumental película que es «Lo que el viento se llevó». En la foto podemos ver a Scarlet O’Hara rodeada de heridos en la estación de Atlanta, la capital de Georgia, el estado en el que los Straus abrieron su primer almacén (un «general store» de aquellos que se veían en las películas de vaqueros, en el que se vendía de todo). Eso sí, para bien y para mal les pilló la guerra. ¿Para bien? Pues sí, también para bien, porque después de la guerra vino la reconstrucción y con ella la posibilidad de crear enormes fortunas. Que fue precisamente lo que hicieron, aunque para ello se tuvieron que marchar a… ¡¡¡Nueva York!!!

Broadway en aquellos años

En aquella ciudad, que ya entonces era excitante como pocas, se conocieron Isador e Ida. Habían nacido a tan solo 60 kilómetros de distancia, allá en la lejana Alemania, pero habían tenido que atravesar un océano y esperar algunas décadas para encontrarse. Eso sí, desde aquel momento ya estarían siempre juntos, 41 años de matrimonio y felicidad con los que ni siquiera un naufragio pudo acabar. Pasaron los años, nacieron siete hijos, Isador compró Macy’s a medias con su hermano… y de pronto, sin saber cómo, porque el tiempo se nos escapa entre los dedos, se encontraron en 1912. A principios de año habían viajado a Alemania con su nieta Beatrice, que se quedó allí, y a pesar de que normalmente viajaban en barcos alemanes esta vez decidieron volver en un nuevo trasatlántico del que todo el mundo hablaba y del que se decía que iba a ser el más lujoso del mundo (todavía no se decía aquello de que era «insumergible», pues ese adjetivo apareció después del naufragio).

Titanic

El 10 de marzo los Straus estaban en Southampton, al sur de Inglaterra, listos para embarcar junto con una criada y un mayordomo. Seguro que incluso ellos, que estaban acostumbrados, tuvieron que quedarse asombrados al entrar en aquel barco. No solo era enorme (el más grande del mundo), sino que tenía lujos nunca vistos. Electricidad por todas partes, piscina, baño turco, gimnasio… y unos camarotes mejores que las habitaciones de los mejores hoteles. El precio que se pagaba estaba en consonancia con todo aquello (un viajero de primera pagaría el equivalente a 80.000 euros actuales por una semana de viaje), pero seguro que pensaron que valía la pena. Y más cuando descubrieron que su camarote no era uno cualquiera, sino el mejor del barco, que había quedado libre porque el millonario J.P. Morgan (dueño de la compañía a la que pertenecía el barco) finalmente había decidido no viajar y quedarse unos días con su amante en Europa.

El camarote de los Straus

La vida discurría plácidamente mientras el barco atravesaba las heladas aguas del Atlántico Norte. Todo eran comodidades para los pasajeros (para muchos de tercera, que habían tenido que ahorrar una media de cinco años para poder pagarse el pasaje, era la primera vez en su vida que les servían en la mesa), la comida era estupenda, sonaba la música, el barco estaba superando la velocidad prevista y el cielo estaba completamente despejado. En fin, que nada hacía presagiar lo que iba a pasar. Cuando de repente…

De repente ocurrió lo que todos sabemos. Un iceberg al que nadie había visto llegar abrió el barco por uno de sus costados. Poco después el constructor del buque que reunía más medidas de seguridad que ninguno de su tiempo sabía que se iba a hundir y que no había botes ni para la mitad de las personas que iban en él. En ese momento empieza lo que para mí es más interesante en la historia del Titanic: la reacción de la gente en una situación como esa, en la que la vida está pendiente de un hilo. Pensar que hubo mucha gente que cumplió su deber ayudando a que otros se salvaran, sabiendo que ellos iban a morir, por ejemplo. O que hubo muchos hombres que respetaron hasta el final aquello de que «las mujeres y los niños primero«, y se despidieron de los suyos mientras el bote iba bajando hacia el agua helada. O que prefirieron morir juntos que salvarse solo uno, como los Straus.

Fotograma de la película «Titanic», de James Cameron

Los primeros botes bajaron medio vacíos, y en una de las cubiertas el oficial al mando permitió que en ellos fueran también hombres con tal de salvar a más gente. En la otra, no. Sin embargo, debido a su edad quiso hacer una excepción con el señor Straus, pero este se negó, diciendo que «No subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre«. En ese momento su esposa Ida, que ya había subido, dejó en el bote a su criada (gracias a lo que ella contó sabemos qué pasó) y se bajó, diciéndole a su esposo: “Hemos estado juntos durante muchos años, donde tu vayas, yo voy”. Hay quien dice que se sentaron en dos hamacas y rogaron a un tripulante, que resultó ser el panadero jefe del barco, que les atase los pies con una manta. Otros dicen (y es la versión que cuenta James Cameron en su película) que se fueron a su camarote y esperaron a la Muerte en la cama, abrazados. Lo que es seguro es que murieron juntos, que era lo que los dos querían.

La chimenea del camarote de los Straus, con el reloj parado a la hora del hundimiento, tal y como está ahora en el fondo del mar

Pocas historias me conmueven como esta de los Straus. ¿Qué importa el dinero, que importa hasta la propia vida, si no es con la persona a la que quieres más que a nada en este mundo? Diréis que soy un sentimental, y seguramente tenéis razón, pero saber que hay gente como ellos hace que la vida merezca la pena. Nunca encontraron el cuerpo de Ida, pero el de Isador fue rescatado y fue enterrado en un cementerio de Nueva York, en una tumba con los nombres de los dos, después de un multitudinario funeral en el Carnegie Hall.

Tumba de Isador Straus

En la tumba, una inscripción dice: «La inmensidad de las aguas no ahogará el amor, ni las grandes inundaciones lo engullirán». Y como la memoria es frágil, para que el ejemplo de los Straus no se olvide Manhattan los recuerda con este monumento situado en el parque que lleva su nombre.

Si queréis descubrir muchas más HISTORIAS DE AMOR EN FEBRERO, entrad aquí y encontraréis toda nuestra programación:
  • Viernes 13 y sábado 14 de febrero a las 21’30 – CENA TEATRALIZADA: UNA NOCHE CON LOS ROMAÑOS
  • Sábado 14 y domingo 15 de febrero a las 8’00 – NOS VAMOS DE EXCURSIÓN: LOS AMANTES DE TERUEL
  • Sábado 14 a las 19’00 y domingo 15 a las 11’30 – UNA HISTORIA DE LA LUJURIA EN ZARAGOZA
  • Domingo 15 a las 11’00 – AMORES Y DESAMORES EN EL MUSEO DE ZARAGOZA

Y si os apetece conocer más historias sobre el Titánic, aquí os dejo una entrada de nuestro blog:

Un moscardón en la sopa

Read Full Post »

¡¡¡TITANIC!!! Hasta el nombre es potente, ¿no? El 10 de abril de 1912 el trasatlántico más grande y lujoso del mundo, el «insumergible», orgullo de toda una época, zarpaba de Southampton con destino a Nueva York. Todo era titánico en el Titanic: 45.000 toneladas, 46.000 caballos de vapor, 26 enormes calderas que consumían más de 600 toneladas de carbón al día, chimeneas por las que podría pasar un tren, hélices de 4 metros de altura y un timón de 24, más de 1.600 pasajeros y una tripulación de unas 800 personas… Cifras que producían admiración en sus contemporáneos y que de nada le sirvieron. El día 15 yacía en el fondo del Atlántico Norte, con más de 1.500 cadáveres alrededor.

¿Qué pasó? ¿Cuál es su verdadera historia? Barcos hundidos hubo muchos otros antes y después de aquello, pero ninguno ha dado lugar a tantas novelas, películas, documentales, páginas web… como el Titanic. ¿Por qué ha ejercido (y sigue haciéndolo) semejante fascinación? Seguramente por una razón: fue el principio del fin de un sueño. El sueño de que el progreso era algo imparable, de que la Humanidad era capaz de conquistar cualquier reto, de que todo era posible. Fue un enorme batacazo.

¿Todo fue trágico? No. Todo fue épico y grandioso, como el propio barco, y a veces también maravilloso, porque en circunstancias terribles como esas surge también lo mejor de cada uno. Los músicos que tocaron hasta el final para ayudar a mantener la calma, los hombres que murieron por dejar embarcar a las mujeres y los niños, la mujer que prefirió morir a salvarse sin su marido, la niña que se salvó y guardó toda la vida las botas que le había regalado su padre, muerto en el naufragio, el capitán que se hundió con su barco… tantas historias como personas. Si queréis que os las contemos, ¿por qué no retrasáis vuestros relojes 100 años justos y os venís con nosotros a la última cena del Titánic? Aquí os dejo el menú, sacado de lo que cenaron los pasajeros de primera aquella noche:

  • Entremeses – Canapés almirante
  • Segundo plato – Consomé Olga (con vieiras al oporto)
  • Tercer plato – Salteado de pollo a la lionesa
  • Postre – Estallidos de chocolate y vainilla

Cuándo – 17 y 24 de abril; 1, 8, 15, 22 y 29 de mayo a las 21’00

Dónde – Restaurante El Atrapamundos (C/ Mefisto, 4, junto a la plaza de los Sitios)

Precio – 22 € por persona

Reservas – Llamando al 976207363 o entrando aquí

Y si quieres, para ir calentando motores, puedes ir leyendo nuestro blog sobre «Historias del Titanic»

Los Straus y su amor insumergible

Un moscardón en la sopa

Read Full Post »

Older Posts »

gozARTE

Tu alternativa para gozar del arte

Lunas Pasajeras

Tu rincón cultural dónde encontrar todo lo que puedas soñar, con información actual y útil para ti en clave femenina.

Piee Santiago Hernández

Actividades Extraescolares, curiosidades y más del IES Santiago Hernández

Solo Portadas

NOTICIAS del dia

HERALDO.ES - Lo último

Tu alternativa para gozar del arte

Archaeology and Material Culture

The material world, broadly defined

A %d blogueros les gusta esto: